SESA exige acción inmediata para proteger la resiliencia energética de los sectores más vulnerables antes del inicio de la temporada de huracanes
SAN JUAN, Puerto Rico – A menos de una semana del apagón masivo que dejó a toda la isla a oscuras, la Asociación de Energía Solar y Almacenamiento de Puerto Rico (SESA) ha hecho un llamado urgente a las autoridades federales y locales para garantizar la asignación definitiva de $1,000 millones del Fondo de Resiliencia Energética de Puerto Rico (PR-ERF).
Estos fondos, otorgados por el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE), están destinados a instalar sistemas solares con baterías en más de 30,000 hogares de bajos ingresos, 250 clínicas de salud y 100 proyectos de vivienda multifamiliar en toda la isla.
Con la fecha límite del 29 de abril de 2025 cada vez más cerca, la preocupación crece dentro del sector energético. Javier Rúa-Jovet, director de Política Pública de SESA, advirtió sobre el riesgo de que la dilación en la aprobación de estos fondos derive en su reducción o incluso en su cancelación.
“Nos preocupa enormemente que esta dilación sea la antesala de alguna decisión reduciendo drásticamente el programa, o de su cancelación. Los fondos están y la necesidad es urgente”, sostuvo Rúa-Jovet.
La urgencia de esta inversión se evidencia con mayor claridad tras el reciente apagón general, el cual dejó a hospitales, comunidades y negocios sin servicio eléctrico durante horas. La crisis energética en Puerto Rico, agravada por una red de distribución inestable y vulnerable a fenómenos naturales, exige respuestas inmediatas y estructurales. SESA enfatiza que esta inversión no solo representa un alivio inmediato ante futuros apagones, sino que también es una apuesta a largo plazo por la estabilidad energética del país.
Desde enero de 2025, los sistemas solares nuevos en Puerto Rico están obligados a incorporar inversores inteligentes conforme a las exigencias del Negociado de Energía. Esto permite que cada sistema no solo proporcione energía autónoma en caso de fallos, sino que también funcione como regulador de voltaje en la red general. “Proteger y utilizar el Fondo de Resiliencia del DOE equivale a construir un gran regulador de voltaje en toda la red de distribución, en beneficio de todos los abonados y el país”, explicó Rúa-Jovet.
A solo semanas del inicio de la temporada de huracanes el 1 de junio, SESA teme que la falta de acción comprometa especialmente a las regiones rurales y montañosas, como el centro, sur y oeste de la isla, que históricamente han sido las más afectadas por huracanes y apagones prolongados.
La organización hizo un llamado directo a la gobernadora Jenniffer González y al comisionado residente Pablo José Hernández, instándolos a reforzar su apoyo a esta causa. “Las acciones concretas y urgentes que estos fondos viabilizan no solo ayudan a evitar apagones a corto plazo, sino que mantienen a Puerto Rico encaminado en la ruta de la estabilidad y seguridad energética. El momento de actuar es ahora”, puntualizó Rúa-Jovet.
Mientras el reloj avanza hacia la fecha límite impuesta por el DOE, el futuro de miles de hogares y servicios esenciales en Puerto Rico depende de una decisión crítica que podría marcar un punto de inflexión en la transformación energética de la isla.




