Edwin García Feliciano responsabiliza a la apatía institucional por miles de quejas ciudadanas y el deterioro en el servicio de agua potable
San Juan, 18 sep (EFE).- El ombudsman de Puerto Rico, Edwin García Feliciano, aseguró este jueves que las más recientes controversias en la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) se deben a los muchos años de falta de prioridades y apatía de sus directivos.
Las declaraciones de García Feliciano se dan en respuesta a las sobre 4.000 quejas que la Oficina del Procurador del Ciudadano recibe y atiende anualmente sobre problemas de los abonados con AAA.
«Esto es una crónica de un desastre anticipado donde no se han atendido aspectos básicos de esa corporación pública. No se trata solamente de un aspecto administrativo, sino también de un desgaste de varias décadas, que podría terminar como lastimosamente ha terminado la Autoridad de Energía Eléctrica», afirmó.
García Feliciano mencionó como ejemplo de lo anterior, la decisión tomada en el año 2022, relacionado con las acometidas de agua potable y sanitarias.
«Hace cinco años le cuesta al cliente 2.000 dólares o más. El asunto cobra un matiz mucho peor cuando la agencia ha demostrado, que no estaba preparada para atender con celeridad este tipo de petición», lamentó.
De acuerdo con García Feliciano, esto se debió a que la AAA no tomó en consideración la coordinación que tenía que llevar a cabo con agencias como el Departamento de Transportación y Obras Públicas, los Municipios, entre otras agencias.
García Feliciano agregó que aunque la función de la AAA es suministrar agua potable a sus abonados, la agencia sabe por muchos años, que parte del agua se les pierde irremediablemente, ante la inercia y pasividad oficial en detener ese despilfarro del líquido y de posibles ingresos tan necesarios para su estabilidad financiera.
Además, según García Feliciano, para los directores regionales de la AAA, lo limitado de los presupuestos que manejan a ese nivel, no les permite atender diligentemente los problemas.
La ausencia de brigadas privadas en la corporación pública, hace que los salideros no sean atendidos con prontitud, y si se arreglan, no hay quién repare la excavación y tire la capa de asfalto, mencionó.
«Aquí el que paga por la ineficiencia de Acueductos es el consumidor, bien porque paga por un servicio que no recibe, o porque la Autoridad jamás ha mostrado urgencia alguna en detener esa sangría, mucha más visible en tiempos de sequía», acotó el funcionario.
De igual manera, dijo que la ausencia de un plan de mejoras capitales y los recursos recurrentes para sufragarlo dijo el Procurador, es la principal razón por la que la AAA ha preferido arreglar la tubería cada vez que la misma sufre una rotura.
García Feliciano afirmó además que hay pueblos enteros que llevan más de dos décadas con un historial de deficiencia en el suplido de agua potable.
«Pueblos como Camuy, Morovis, Vega Alta y Hatillo, entre otros, han sido víctimas de directores ejecutivos o presidentes que ofrecieron atender el problema y todavía el mismo persiste, con las mismas excusas vanas de siempre», criticó.
«Se quedan cruzados de brazos como si no les importara cumplir con el deber que está investido en su cargo», denunció.




