Procurador del Veterano recuerda el sacrificio de los caídos y reafirma su legado en la historia puertorriqueña
SAN JUAN, Puerto Rico – A 50 años del retiro de las tropas estadounidenses de Vietnam, el Procurador del Veterano, licenciado Agustín Montañez Allman, rindió homenaje este sábado a los cerca de 48,000 puertorriqueños que participaron en la guerra, destacando su valentía, entrega y la deuda histórica que el país mantiene con ellos.
“Hoy recordamos el temple y sacrificio de quienes dieron todo en uno de los conflictos más cruentos del siglo pasado. Muchos volvieron marcados; otros, como cinco de nuestros nueve medallistas del Congreso, no regresaron con vida”, expresó Montañez Allman en declaraciones oficiales.
El funcionario también reconoció la labor de la organización Vietnam Veterans of America, presidida por Jorge Pedrosa, por su esfuerzo continuo en la defensa de los derechos, salud y bienestar de los excombatientes.
El Día del Veterano de Vietnam, establecido mediante la Ley 270-2011, se conmemora cada 30 de marzo en recuerdo del retiro final del Ejército de Estados Unidos del sudeste asiático en 1975, bajo los términos del Tratado de París. Según Montañez Allman, esa fecha marcó el cierre oficial de una etapa dolorosa y determinante para miles de familias puertorriqueñas.
“Hoy es un día de reivindicación. Por años, muchos de estos soldados fueron ignorados o recibidos con frialdad. Esta conmemoración es, en parte, un acto de justicia y memoria colectiva”, afirmó el Procurador, quien también es veterano condecorado con la Medalla Estrella de Bronce por su rol como comandante en la liberación de Kuwait.
El Monumento a la Recordación, ubicado en el lado sur del Capitolio, conserva los nombres de los soldados puertorriqueños caídos en combate. “Es un testimonio permanente del valor de nuestros héroes, una estampa de su entrega en defensa de la libertad y la democracia”, subrayó Montañez Allman.

El Procurador insistió en que, más allá de la memoria histórica, los veteranos de Vietnam continúan siendo una parte activa de la sociedad puertorriqueña. “A pesar de las heridas físicas y emocionales, siguen aportando a nuestro país con dignidad y fortaleza. Su legado vive entre nosotros”, concluyó.