San Juan, 1 abr (EFE News) – El comisionado de la Policía de Puerto Rico, Henry Escalera, informó este miércoles de que 162 agentes permanecen en situación de cuarentena para evitar el riesgo de contagio por COVID-19, adscritos a los cuarteles de San Germán, Caimito, Rincón, Aguas Buenas y Moca.
Escalera informó que el cuartel de San Germán permanecerá cerrado de manera preventiva después de que un familiar que reside en la misma vivienda de un agente fue diagnosticado con COVID-19.
Además, 34 agentes de San Germán fueron enviados a sus hogares hasta que se conozca el resultado de los análisis a los que fueron sometidos.
Destacó que el cuartel será descontaminado, por lo que mientras se movilizó el cuartel de la Policía Municipal para que pueda atender las operaciones que se llevaban a cabo en el de la Policía de Puerto Rico.
Desde allí operará personal que se incorporó de vacaciones y no tuvo contacto con los demás agentes del cuartel.
Agentes de los cuarteles de Sabana Grande y Hormigueros estarán disponibles para ofrecer apoyo de ser necesario.
Escalera indicó que a pesar de las bajas la Policía trabaja para que se cumpla la orden de toque de queda nocturno y confinamiento decretado por el Gobierno que lidera Wanda Vázquez, con la ayuda de la Policía Municipal.
«Tenemos un ‘task force’ de 450 agentes que están haciendo distintos trabajos con las agencias federales y los trajimos a la Policía de vuelta», señaló en declaraciones a medios locales.
Escalera subrayó que la Policía está preparada para hacer cumplir el toque de queda, una vez que la nueva orden es más restrictiva al haber menos automóviles en la vía pública por sólo poder circular unos días concretos, según el número de la tablilla.
En Aguas Buenas siete agentes arrojaron resultados positivos, mientras que en el cuartel de Rincón, que había sido cerrado luego del fallecimiento de la esposa de un agente, ya fue desinfectado.
Aún se desconocen los resultados de las pruebas hechas a este agente.
Indicó que en el cuartel de Cataño cerca de 16 agentes habían sido aislados y que al conocerse los resultados negativos de la agente que presentó síntomas regresaron a sus labores.
Escalera indicó que se hizo entrega del equipo de protección adecuado a los agentes y que hay una orden de compra pendiente para darle 30 mascarillas a cada agente, una caja de guantes, gafas protectoras y desinfectante de manos.
Dijo que en los cuarteles también se entregó desinfectante de manos.
El funcionario subrayó que entre el 15 y 30 de marzo, mientras estuvo vigente la primera orden ejecutiva de toque de queda, hubo 504 arrestos y 898 denuncias.
La noche del martes, ya bajo la nueva orden, hubo 15 arrestados y 33 denuncias.
Además, Escalera señaló que la Policía no entrará a residencias donde haya grupos de estudiantes sin tener una orden de allanamiento, sino que se les ofrecerá la orientación.