San Juan, 8 abr (EFE News) – El secretario de Salud, Lorenzo González, anunció este miércoles la implementación de un nuevo sistema de clasificación de muertes por COVID-19 en Puerto Rico.
Según explicó González en un comunicado de prensa, los fallecimientos de personas sospechosas al virus y cuyos cuadros clínicos sean compatibles al de un caso positivo y certificado así por un médico, serán calificados como una muerte por coronavirus.
«Al certificar la muerte, se debe incluir la mayor cantidad de detalles posible, según conocimiento del médico o forense que esté atendiendo el caso, incluyendo, pero no limitado, a los registros y pruebas de laboratorio, entre otros», detalló.
González dijo además que a estos efectos, la enfermedad de COVID-19 debe ser informada en el certificado de defunción de todos los fallecidos donde se considere que el virus haya causado o contribuido a la muerte.
Igualmente, la especificación de las causas que condujeron al fallecimiento, también deben ser detalladas.
Por ejemplo, en los casos en que el COVID-19 haya causado neumonía y dificultad respiratoria mortal, tanto la neumonía como la dificultad respiratoria, deben ser especificadas.
Mientras, si la persona fallecida tuvo otras condiciones crónicas, como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o asma, que también pudiesen haber contribuido a la muerte, éstas deben ser igualmente informadas en el Certificado de Defunción, explicó Wanda Llovet, directora del Registro Demográfico.
A su vez, el Registro Demográfico coordinó la distribución a los médicos y patólogos forenses las instrucciones específicas de cómo deben documentar las causas de muertes por COVID-19 siguiendo las guías establecidas por el National Center for Health Statistics, a través de la Asociación de Hospitales, Colegio de Médicos y el Negociado de Ciencias Forenses.
González añadió que este nuevo sistema de vigilancia de muerte integra las nuevas guías para recuentos provisionales de los decesos por enfermedad por COVID-19 establecidos por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Dichas guías, que han sido adoptadas por el Registro Demográfico de Puerto Rico, establecen que si las características compatibles con COVID-19 son certificadas por un médico, no será necesario esperar por los resultados del laboratorio, y podrá ser clasificada como una muerte de un caso positivo.
En estas circunstancias, el médico procederá a identificarla de esta manera y así constará en su acta de defunción.
«Adoptando estas guías, pretendemos tener un mapa más claro de la evolución y comportamiento del coronavirus en la isla, lo que nos ayudará a desarrollar un análisis más preciso para implementar las medidas más apropiadas para contenerlo», explicó González.
«A su vez, establecemos un mecanismo uniforme de clasificación de estas muertes, guardando relación con lo reportado por los hospitales al Registro Demográfico», agregó.
De igual forma, las autoridades sanitarias en la isla mantendrán una uniformidad con el resto de los estados de los Estados Unidos, cuyas guías son las mismas del CDC, «lo que nos brindará un panorama más claro» de los casos en Puerto Rico en comparación con el país norteamericano.