Marcha multitudinaria denuncia impacto ambiental y amenaza a recursos naturales en la región
CABO ROJO, Puerto Rico – Líderes del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) se unieron ayer, sábado 14 de junio, a la marcha convocada en Cabo Rojo para rechazar el controvertido proyecto turístico de lujo conocido como Esencia. La movilización, que partió desde la Escuela Monserrate de León y culminó en el Muelle de la Libertad, reunió a cientos de manifestantes en defensa del patrimonio natural costero.
Entre los presentes destacaron el ex candidato a la gobernación y secretario general del PIP, Juan Dalmau Ramírez, el senador por acumulación Adrián González Costa, y el secretario de Asuntos Ambientales del partido, Víctor Alvarado Guzmán, quienes expresaron su respaldo a las comunidades y organizaciones opuestas al desarrollo propuesto.
“La marcha fue una expresión de resistencia legítima frente a un proyecto que representa una amenaza directa a los ecosistemas costeros de Cabo Rojo, y a los derechos básicos de las comunidades de la región”, declaró Alvarado Guzmán, subrayando que Esencia ha sido duramente cuestionado por su impacto ambiental y por contradecir los principios del desarrollo sostenible.
Alvarado destacó que el complejo requeriría 2.05 millones de galones de agua diarios, además de 600 millones durante su primer año de establecimiento y hasta 3 millones mensuales para el mantenimiento de sus dos campos de golf. “Estas cifras resultan alarmantes en una región que ya enfrenta sequías y escasez de agua. Más preocupante aún es que la propia Autoridad de Acueductos y Alcantarillados ha señalado que no tiene capacidad para suplir esa demanda”, advirtió.
El senador González Costa, por su parte, elogió la amplia participación comunitaria y la solidaridad entre diversos sectores sociales y ambientales. “El PIP reafirma su compromiso con un modelo de desarrollo sostenible que respete los límites ecológicos y que esté alineado con las verdaderas necesidades del pueblo puertorriqueño”, expresó, reiterando su oposición a cualquier intento de privatización de playas o degradación de la biodiversidad local.
El evento se desarrolló en un ambiente pacífico pero firme, con pancartas, consignas y mensajes en defensa del entorno natural de Cabo Rojo, considerado uno de los más valiosos de la isla. La manifestación envió un mensaje claro de que amplios sectores del país no están dispuestos a ceder ante intereses que, según los manifestantes, privilegian lo privado sobre lo colectivo.
