Miami, 2 abr (EFE) – A pocas horas de que entre en vigor la orden estatal «quédate en casa» emitida por el gobernador de Florida (EE.UU.), Ron DeSantis, los contagios confirmados por COVID-19 en el estado ascienden este jueves a 8.010, mientras la cifra de fallecidos por la enfermedad suma 128 por el momento.
Según los más recientes datos del Departamento de Salud de Florida, los ingresos hospitalarios también aumentan y ya son 1,058 personas las que están siendo tratadas en los centros sanitarios por el virus.
Pese a la orden del gobernador que entrará en vigor a la medianoche de hoy y que obligará a cerrar todos los negocios «no esenciales», varios legisladores ven esta medida como insuficiente porque la población «va a seguir expuesta», tal y como señaló este jueves la congresista demócrata Donna Shalala.
«Incluso cuando ha impuesto esta orden ha dejado las tiendas de armas abiertas y dijo a la gente que puede ir a los servicios religiosos», indicó Shalala en una teleconferencia con CNN.
«Nadie en el sur de Florida cree que debería ir a la iglesia. De hecho, nuestro arzobispo de la iglesia católica ha dicho que hará servicios religiosos virtuales», agregó la congresista.
SUR DE FLORIDA, LA ZONA MÁS AFECTADA
La decisión de DeSantis llega luego de que en las última semanas varias jurisdicciones en el sur de Florida decretaran restricciones similares y cierres de restaurantes, hoteles y negocios.
El pasado lunes, La Oficina del Alguacil del condado Hillsborough, en Florida, emitió una orden arresto contra el pastor de una congregación religiosa que el domingo reunió a decenas de personas en un templo, lo que viola las regulaciones de distanciamiento social.
La orden de arresto contra el pastor Rodney Howard-Browne, de la iglesia The River, situada en Tampa Bay, es por reunión ilegal y violación de las reglas de emergencia de salud pública, las cuales son delitos menores de segundo grado, dijo en una conferencia de prensa el alguacil Chad Chronister.
El sur de Florida es la zona más afectada por la pandemia. Aquí, los condados de Miami-Dade y Broward tienen los mayores números de contagios con 2.448 y 1.346 respectivamente.
Este jueves se anunció la apertura de dos nuevos centros de pruebas del coronavirus en Miami-Dade, uno en la ciudad de Hialeah, que no disponía de ninguno gratuito, y otro en la de Miami Beach, donde las pruebas no tendrán coste para las personas sin seguro médico.
Ambos están enfocados principalmente en personas de 65 años o más.
En algunas zonas del norte de Florida como en el condado de Dixie, Lafayette o Taylor todavía no se ha detectado ningún caso de coronavirus según datos oficiales. Mientras, en todo el estado se han realizado 76.641 pruebas, de las cuales el 10,1 % han resultado positivas.
La congresista Shalala aseguró que en los próximos días habrá un «repunte de casos» en Florida, que afectará tanto a las personas mayores como a aquellas con patologías previas, por lo que el estado necesita «más recursos».
Por otro lado, los peticiones de desempleo también continúan en aumento, y mientras que hace dos semana 74.313 personas habían realizado la solicitud, las últimas cifras proporcionadas por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos indican que esta cifra ascendió hasta las 227.000 en el estado de Florida.
En este sentido, la presidenta del Partido Demócrata de Florida, Terrie Rizzo, pidió hoy en un comunicado al gobernador que tome «medidas inmediatas» para arreglar esta situación y los problemas de desempleo a nivel estatal.