San Juan, 6 may (EFE News) – Un médico y un ingeniero puertorriqueños han diseñado una máscara para evitar el contagio por el COVID-19 similar a un equipo de buceo de apnea que cubre toda la cara y con la que buscan cambiar en Puerto Rico la protección contra la pandemia del coronavirus.
El especialista en medicina interna del Centro Médico de San Juan Oswaldo de Varona, de 36 años, dijo este miércoles en entrevista con Efe que el prototipo surgió consecuencia de la inquietud que sentía ante un posible contagio cada vez que atendía a un potencial positivo por COVID-19.
«Ante la exposición a los pacientes no me sentía confiado», dijo De Varona, tras explicar que hasta el momento había utilizado otro tipo de protección que no permitía una buena visión debido a que se empañaba con frecuencia.
«Una mañana, después de una noche sin dormir a causa de la inquietud que sentía, contacté con mi amigo e ingeniero Miguel Soto, a quien le propuse diseñar un prototipo», indicó.
TOMARON COMO BASE UNAS GAFAS DE BUCEO DE APNEA
El médico, que es además ingeniero mecánico, dijo que junto a Soto diseñaron un modelo que toma como base unas gafas de buceo de apnea que cubren toda la cara, la cual lleva incorporada una bomba de aire que se puede prender para evitar que se empañe, además de un filtro en el tubo para respirar que evita el contagio.
«Parte de la idea es que sirva además para el paciente», explicó el médico.
«Podemos oxigenar al paciente, lo que antes se hacía con el ventilador mecánico», destacó De Varona, tras explicar que las caretas son fácilmente conectables a, por ejemplo, máquinas de apnea del sueño, que sirven para oxigenar a los pacientes.
Soto indicó por su parte que el prototipo evita recurrir a ventiladores mecánicos cuando los pacientes tienen problemas respiratorios.
Explicó que tienen ya más de 50 pedidos de estas máscaras que han comenzado a manufacturar con fines comerciales con las que se trata tanto de evitar el contagio de médicos y otros sanitarios como de ayudar a los enfermos.
«Llevo más de 5 semanas usando esta máscara y no me he contagiado por el COVID-19» asegura el médico, que espera que su iniciativa sirva a otros profesionales.
EL PROTOTIPO RECUERDA AL DEL MÉDICO ESPAÑOL ALFREDO REDONDO
El prototipo del galeno puertorriqueño recuerda al de Alfredo Redondo, médico del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, en España, quien para evitar el contagio hizo uso un modelo de buceo de la empresa francesa Decathlon.
Este modelo es fácilmente reconocible desde el verano pasado porque cubre toda la cara y no solamente ojos y nariz, como las tradicionales.
Redondo consiguió convertir las gafas de Decathlon en un Equipo de Protección Individual (EPI).
El médico español empezó a utilizar filtros comerciales, parecidos a los sistemas de retención de partículas de tipo FFP2 y FFP3 que se utilizan en los hospitales.
La propuesta del médico puertorriqueño sale a la luz cuando las autoridades locales informaron de que hasta hoy en la isla hay 1.968 personas contagiadas y 99 muertos por el COVID-19.
En el ámbito de las ayudas, la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, anunció que se depositaron nuevos pagos por valor de 1.200 dólares -en concepto de ayudas federales por la Ley Cares- en las cuentas de los contribuyentes que ya presentaron su declaración sobre ingresos del año contributivo 2019 y tenían sus cuentas de banco registradas.
Vázquez dijo que el Departamento de Hacienda completó el desembolso de más de 160 millones de dólares que se corresponden con 108.000 contribuyentes adicionales.
HAY YA 1,970 CASOS CONFIRMADOS EN LA ISLA
El secretario de Salud, Lorenzo González, informó por su parte de que hay cerca de 1.970 casos de coronavirus en la isla confirmados y que 1,000, aproximadamente, han dado positivo a la prueba molecular. A estos últimos se les ha realizado el proceso de rastreo, pero no todos ofrecieron información.
A los restantes casos contabilizados como positivos mediante pruebas rápidas no se les ha sometido a rastreo porque las guías de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, en inglés) no catalogan a los pacientes sometidos a este tipo de pruebas como positivos.
Además, González pidió a patronos y empleados responsabilidad en la reapertura gradual de la economía que comenzó esta semana, tras subrayar que las pruebas de diagnóstico en el mundo laboral son esenciales, a pesar de que no aparecen como requisito en la nueva orden ejecutiva.
El epidemiólogo del Estado, David Capó, señaló que de las personas que se sometieron a prueba molecular 746 ya terminaron el periodo de aislamiento.
Desde el comienzo de la crisis del COVID-19 en la isla aumentaron sustancialmente las cremaciones, tal y como detalló la comisionada del Negociado de Ciencias Forenses (NCF), María Conte, quien confirmó que durante los pasados 2 meses las incineraciones aumentaron en más de un 40%.
Entre el 15 de marzo y el 5 de mayo se llevaron a cabo un total de 1,449, frente a las 1,011 para el mismo periodo del 2019, según los datos de Conte.
En el ámbito económico, aumentan las diferencias entre la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) y el Gobierno, como demuestra el que la entidad de control federal quiera ahora conocer el uso de los fondos asignados a la emergencia del COVID-19.
La JSF había pedido al Gobierno distribuir los fondos que tenía disponibles en lugar de solicitar aprobaciones para nuevas ayudas.
La directora ejecutiva de la JSF, Natalie Jaresko, se dirigió al director ejecutivo de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf), Omar Marrero, para exigir información periódica del uso de los fondos destinados al coronavirus.