San Juan, 24 abr (EFE News) – El Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), junto al Departamento de Salud y Physician Correctional, proveedor de servicios sanitarios en cárceles, llevará a cabo pruebas de COVID-19 a toda la población reclusa en Puerto Rico y funcionarios que trabajan en los presidios de la isla.
LAS PRUEBAS SEROLÓGICAS SERÁN LAS PRIMERAS
El secretario de Corrección, Eduardo Rivera, informó este viernes a través de un comunicado de que se comenzará administrando las pruebas serológicas (rápidas) a los cerca de 9,000 reclusos que integran la totalidad de la población de las cárceles en Puerto Rico.
“Ante la magnitud del impacto y debido a que contamos con 32 instituciones alrededor de la isla, el proceso de toma de muestras se realizará por fases. Este ya comenzó en el Centro de Tratamiento Social de Ponce y en la Institución 448 de Bayamón”, indicó Rivera.
“A estas se suman las que llevamos realizando desde el 8 de abril a todos los nuevos ingresos que a diario recibimos en el Centro de Ingreso, Diagnóstico y Clasificación, también en Bayamón. Este proceso de realización de las pruebas serológicas está a cargo de Physician Correctional”, añadió.
Dijo que aquellos que tras las pruebas arrojen resultado positivo serán sometidos al examen molecular por parte del Departamento de Salud para corroborar la certeza del resultado original de la prueba rápida.
Igualmente, todos los empleados del sistema correccional serán enviados al Departamento de Salud para tomarles la prueba molecular conforme a los programas ya anunciados por dicha entidad gubernamental para los funcionarios gubernamentales en tareas de respuesta directa en la crisis del COVID-19.
“No obstante, estaremos coordinando para que, a los complejos más grandes, se pueda movilizar personal del Departamento de Salud para tomar las muestras directamente en nuestras instalaciones, conforme a los recursos disponibles para ello”, detalló el titular del DCR.
DETECTADOS CASOS ASINTOMÁTICOS
Rivera señaló además que en los pasados días han identificado una serie de casos asintomáticos, tanto en algunos de los empleados, como en la plantilla de las empresas privadas que rinden servicios esenciales a la población correccional.
“Ello es muestra de que, al igual que el resto del mundo, no estamos exentos de sufrir contagios en nuestro escenario laboral de más de 6,000 empleados. Conforme a esta realidad fue que solicitamos asistencia del Departamento de Salud para poder realizar este tipo de impacto a gran escala, con el objetivo de tener una muestra completa del sistema correccional y evitar al máximo los contagios”, indicó.
Dijo que ello nos permitirá identificar esos asintomáticos que pasan los controles de temperatura implementados desde un principio en la entrada de todas las instalaciones carcelarias.
EL OBJETIVO ES DISPONER DE UN PANORAMA CLARO
“El objetivo es poder impactar a todos los componentes del sistema y tener un panorama claro para prevenir el contagio dentro de las instituciones, tanto entre confinados como entre empleados”, indicó.
De este modo, continuó, se podrá ser más efectivos en la protección de la población correccional, así como en el uso de los recursos con miras a proteger la salud del componente correccional ante “el enemigo invisible que representa una amenaza en todas las esferas sociales, incluyendo los sistemas penales del mundo entero”, dijo Rivera.
El secretario del Departamento de Salud, Lorenzo González, explicó que su agencia asignó la cantidad de pruebas necesarias para cubrir a toda la población correccional.
Por su parte, el presidente de Physician Correctional, Raúl Villalobos, indicó que el proceso se dividirá en dos etapas, con una primera en la que se realizarán pruebas rápidas entre los miembros de la población.
A los que arrojen positivo se les realizará una segunda prueba, en este caso molecular, para validar los resultados.
Ya se inició con la administración de pruebas serológicas a todos los jóvenes transgresores del CTS de Ponce, los confinados de la Institución 448 de Bayamón y se están realizándo a los miembros de la población correccional del Centro Médico Correccional.