Rangún (Birmania), 6 ago (EFE) – Un pastor evangélico de nacionalidad canadiense fue condenado este jueves en Birmania a tres meses de cárcel por celebrar un culto religioso en contravención de las restricciones impuestas por el Gobierno para combatir la pandemia de COVID-19.
David Lah, nacido en Birmania (Myanmar) pero nacionalizado canadiense y residente en Toronto, y uno de sus fieles de nacionalidad birmana, Wai Tun, fueron condenados a la misma pena por un tribunal de Rangún, la principal ciudad del país, por violar una cláusula Ley de Desastres Naturales que prohíbe congregaciones de personas, según documentos judiciales.
Lah celebró el pasado 7 de abril una ceremonia, retransmitida a través de redes sociales, en la que decenas de congregantes rezaron y cantaron himnos religiosos, en contra de las restricciones dicho tipo de eventos impuestas el pasado 13 de marzo para contener la propagación del nuevo coronavirus.
Tras la ceremonia, al menos dos docenas de seguidores del pastor evangélico, así como el propio Lah, contrayeron la COVID-19.
Lah ha sido objeto de controversia en el pasado por afirmar que los verdaderos cristianos son inmunes al nuevo coronavirus, sus condenas a la comunidad LGBT o por criticar al islam o a la comunidad monástica budista de Birmania.
Birmania es un país predominantemente budista y un 89.8% de la población profesa dicha religión, según el último censo realizado por el Gobierno en 2014, pero cuenta con comunidades cristianas que conforman el 6.3% de la población y que incluyen a católicos, baptistas, evangélicos y anglicanos, en su mayoría pertenecientes a minorías étnicas.
El país, de algo más de 53 millones de habitantes y limítrofe con China, donde se originó la pandemia de COVID-19, ha detectado hasta el momento 357 casos del nuevo coronavirus, de los cuales han fallecido seis personas, un bajo número debido en gran medida a las estrictas medidas de contención, pero también al escaso número de test realizados, un total de 120,832.