Londres, 14 mar (EFE) – La Policía Metropolitana de Londres (Met o Scotland Yard) justificó este domingo su cuestionada intervención anoche para dispersar la protesta celebrada en el sur de la capital por Sarah Everard, la joven raptada y asesinada por un agente del cuerpo, en la que participaron cientos de personas.
Una multitud formada principalmente por mujeres se dio cita este sábado por la noche en Clapham Common (sur de la capital) para llevar a cabo una vigilia por el asesinato de la joven de 33 años, que desapareció el pasado 3 de marzo cuando caminaba sola hacia su casa.
Centenares acudieron al lugar, desafiando así la prohibición expresa de la Met, que lo había cancelado durante el día ante el actual contexto de restricciones impuestas por la pandemia.
Los medios y las redes sociales divulgaron imágenes duras de agentes tratando de dispersar a las manifestantes, escenas que han sido muy criticadas desde diferentes sectores sociales y políticos.
Algunos policías agarraron y esposaron a algunas de las presentes y cuatro mujeres fueron detenidas por alterar el orden público y cometer infracciones contra las restricciones, confirmó el cuerpo.
La subcomisaria de la Met, Helen Ball, señaló durante la madrugada de hoy que los agentes se vieron en una situación en la que fue «necesario» adoptar «acciones para que se cumpliera la ley».
«Hubo cientos de personas juntas muy apretadas, que plantearon un riesgo muy real de que la covid-19 se transmitiera fácilmente», explicó Ball al recordar que la Policía «debe actuar por la seguridad de los ciudadanos».
Recordó que «la pandemia no ha terminado y las reuniones de personas en todo Londres y más allá aún no son seguras».
La policía relató que se trató de dispersar a los presentes, instándoles «reiteradamente» a cumplir la Ley pero «lamentablemente una pequeña minoría empezó a cantar a los agentes, empujar y arrojar objetos».
Se escucharon reproches de ciudadanos, como «vergüenza» o «se supone que estáis para protegernos».
La plataforma «Reclaim These Streets» (Reclamad esas calles) que había inicialmente organizado la vigilia, se mostró «profundamente entristecida y enfadada» por la intervención policial, «moviendo físicamente a las mujeres en una vigilia contra la violencia masculina».
La ministra británica de Interior, Priti Patel, ha solicitado un informe completo de lo sucedido al manifestar su «malestar», mientras que el líder de los liberaldemócratas, Ed Davey, ha instado a la comisaria jefe de la Met, Cressida Dick, a «considerar» su liderazgo en la Policía al tiempo que otros piden su dimisión.
También el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, dijo que las escenas vistas anoche fueron «inaceptables».
«La policía tiene una responsabilidad para hacer que se cumplan las normativas del covid-19, pero por las imágenes que he visto, está claro que la respuesta no fue en ocasiones ni apropiada ni proporcionada», opinó el edil.
El agente Wayne Couzens, de 48 años, compareció ayer ante un tribunal de Londres acusado de los delitos de secuestro y asesinato de la joven.