Ambas ciudades se han clasificado constantemente entre las más contaminadas del mundo durante todo el mes de noviembre
Nueva Delhi (EFE) – La india Nueva Delhi y la ciudad paquistaní de Lahore, dos de las ciudades más grandes del sur de Asia, siguen luchando contra una grave contaminación del aire, tras experimentar el peor mes del año con niveles de toxicidad de aire por encima de los niveles recomendados según estándares internacionales.
Según la autoridad nacional india para la calidad del aire, Junta Central de Control de la Contaminación de la India, este viernes, el índice de calidad de aire (ICA) en diferentes áreas de la capital nacional oscilaba ente 393 y 381 a primera hora de la mañana, dentro de una franja considerada como «severa» para las personas.
Medidores internacionales como la plataforma suiza IQ Air, que usa medidores y estándares independientes, el ICA de la capital india es de más de 450, considerado como «peligroso», según el monitor, y con concentraciones de partículas tóxicas que multiplican por veinte los niveles recomendados de exposición de la Organización mundial de la salud.
Estos datos son sin embargo ligeras mejoras desde los niveles de casi 500 ICA, según medidores nacionales, y más de 1.000 según los internacionales, que sumergieron a la ciudad bajo un manto amarillento de niebla durante las últimas semanas.
Mientras que la capital de la provincia paquistaní de Punjab, Lahore, ocupa el segundo puesto en la lista de ciudades más contaminadas del mundo en términos de calidad del aire, según el ránking de IQ Air, con un ICA de 267, dentro de la categoría de «muy insalubre».
Ambas ciudades se han clasificado constantemente entre las más contaminadas del mundo durante todo el mes de noviembre.
Esto a pesar de numerosas medidas de emergencia, como el cierre de escuelas y la paralización de las actividades de los últimos días que han producido las mejoras temporales, pero nunca por debajo de la barrera de 200, considerada como «insalubre».
La exposición prolongada a un aire tan tóxico puede provocar graves problemas de salud, como enfermedades respiratorias, enfermedades cardíacas y cáncer de pulmón.
Los principales culpables de esta persistente contaminación del aire son las emisiones de fábricas e industrias que liberan contaminantes nocivos a la atmósfera, un aumento del tráfico vehicular, especialmente de vehículos diésel, y la quema residuos de cultivos, lo que libera grandes cantidades de contaminantes.
A ello se juntan unas condiciones climáticas desfavorables, como el aire estancado y las inversiones térmicas que atrapan los contaminantes cerca del suelo.