México, 28 jun (EFE) – El Hospital Juárez de Ciudad de México ha ideado una terapia muy útil para la fase final de la recuperación de pacientes con la COVID-19: una serie de actividades como hacer dibujos o escuchar música para que los enfermos olviden la soledad del aislamiento y su mente vuelva a estar ocupada.
«Empezamos cuando nos trajeron para rehabilitación y nos dieron la opción de empezar a dibujar. Y nos ayuda mucho. Te despeja un poco la mente de tantos miedos, te relaja», explica desde su cama a Efe Kelly Torres, una peruana que reside con su familia en México, país que suma 212,802 casos y 26,381 muertos.
Torres, de 38 años, enseña contenta sus creaciones, unos dibujos en los que ha representado a su esposo, a sus hijas y a su primer nieto.
DIBUJOS CONTRA LA AÑORANZA
«Los extraño mucho», relata, mientras cuenta las horas para que le den el alta ahora que ya se siente mucho mejor. De fondo se distrae con la banda norteña que emana de la radio de la sala de aislamiento que comparte con otras tres enfermas.
«Kelly es la que mejor dibuja», confirma en la cama de al lado María Teresa Rosas, una anciana que agradece estar con más pacientes después de su tiempo de aislamiento absoluto.
Ese periodo sin ver a nadie lo pasó «algo triste, algo pensativa» porque su familia «ya es grande» y le deprimía pensar en ellos.
Ahora le gusta «escuchar la radio un ratito», pero no puede dibujar porque a su edad ya «las manos tiemblan mucho».
VOLVER A SITUARSE EN EL TIEMPO
La idea de llevar radios, dibujos, sopas de letras, crucigramas y otros pasatiempos a los enfermos que ya afrontan la fase final de la recuperación fue del equipo de enfermería del Hospital Juárez, según asegura María del Carmen Cedillo, encargada del área COVID-19 y recuperación de este nosocomio.
Fundado hace 173 años y ubicado en Ciudad de México, el Juárez, como se le conoce popularmente, es uno de los centros médicos de referencia en la atención de pacientes con COVID-19 en el país.
«La idea surgió porque notábamos a los pacientes tristes. Se sentían solos porque no podían estar en contacto con sus familiares», cuenta Cedillo, orgullosa de la idea de su departamento y de que los pacientes les den las gracias al equipo sanitario en muchos de los dibujos.
Según explica Cedillo, son más de diez los enfermos que han empezado a realizar estas tareas en la semana en la que han iniciado las actividades, de los 15 infectados que están en el área de recuperación.
El hecho de escuchar la radio ayuda a unos enfermos que «se perdían en el tiempo y en el espacio», por lo que es gratificante para ellos «saber qué esta pasando fuera de las cuatro paredes en las que están, saber por lo menos la hora y escuchar otras cosas diferentes».
ESFUERZO DEL PERSONAL
«Les ha ayudado mucho a ellas, se han notado más contentas. Obviamente no va a ser lo mismo que estar en su casa, pero por lo menos no se van a sentir tan aburridas, tan fuera de tiempo. Ha sido una motivación para ellas», asevera.
Viendo los buenos resultados de estas dinámicas, el equipo de enfermería ya prepara nuevas actividades como loterías o juegos de mesa.
Al fin y al cabo, todo esfuerzo es bienvenido si sirve para acompañar a los enfermos en un trance tan complicado como este. Voces como las de Kelly Torres lo corroboran: «Me sentí sola, pero los doctores y los médicos nos han apoyado mucho», subraya con la mirada perdida en los dibujos de su familia.