Washington, 11 ago (EFE) – La senadora afroamericana y ex fiscal general de California Kamala Harris fue este martes la elegida por el virtual candidato demócrata a la Presidencia de EE.UU., Joseph Biden, para que lo acompañe como su aspirante a la Vicepresidencia en las elecciones del próximo 3 de noviembre.
La senadora se convierte así en la primera afroamericana nominada para vicepresidenta en uno de los dos grandes partidos y tendrá que lidiar con críticas sobre su polémico historial de mano dura como fiscal en la era de las protestas contra la brutalidad policial y el movimiento «Black Lives Matter».
«Tengo el gran honor de anunciar que he seleccionado a Kamala Harris -una intrépida luchadora por el ciudadano de a pie, y una de las mejoras funcionarias públicas- como mi compañera de candidatura», dijo Biden en el mensaje en el que anunció a su compañera de fórmula electoral.
La senadora, de 55 años, hija de padre jamaicano y madre india, fue fiscal general de California antes de ganar su escaño en la Cámara Alta del Congreso estadounidense en 2016, y se ha granjeado una fama de ser especialmente dura tanto desde la Fiscalía como en sus intervenciones inquisitivas en las audiencias del Senado.
Harris hace historia al ser elegida por Biden como la primera mujer de color que aspira a la Vicepresidencia de EE.UU., una candidatura que quedará finalmente rubricada en la Convención Nacional Demócrata de mediados de este mes y para la que competía con mujeres de muy alto perfil, como la exembajadora ante las Naciones Unidas Susan Rice y las congresistas Val Demings y Karen Bass.
«Joe Biden puede unir al pueblo estadounidense porque se ha pasado su vida luchando por nosotros. Como presidente, va a contribuir a un Estados Unidos que esté a la altura de nuestros ideales. Es un honor unirme a él como nominada del partido a vicepresidenta y haré lo que sea necesario para que sea nuestro Comandante en Jefe», señaló Harris hoy en Twitter nada más conocerse la decisión de su nominación.
Biden ya dijo cuando afianzó sus aspiraciones como candidato demócrata a presidente que su elección para vicepresidente sería una mujer, mientras que con el correr de los meses comenzó a quedar claro que las favoritas eras todas afroamericanas.
Harris ha tenido una trayectoria fulgurante hacia lo más alto del poder en Washington: graduada en Ciencias Políticas y Economía en Howard University, una de las universidades afroamericanas por excelencia, se especializó en la lucha contra el crimen y fue elegida en 2003 como fiscal general de California en segunda vuelta, cargo para el que fue reelegida en 2007 con el 98 % de los votos.
En diciembre pasado anunció que se retiraba de la contienda por la candidatura presidencial en la que competía contra Biden, quien este martes no dio una gran sorpresa, pues todas las quinielas situaban a Harris como la favorita y la elección menos arriesgada.
El ala más progresistas del partido no ha cesado sus ataques contra Harris desde que dejó claras sus ambiciones, especialmente con el aumento del debate y las protestas contra la brutalidad policial, al considerar que en su tiempo de fiscal fue especialmente dura en su persecución de crímenes menores, que afectan especialmente a las comunidades de color.
«Kamala es un poli» es uno de los ataques más repetidos contra ella tanto por activistas de izquierdas como por aquellos de extrema derecha que quieren incendiar el debate político en las redes sociales.
Harris no ha renegado de su pasado y ha hecho gala durante su camapaña de su perfil de mano dura con el crimen, con el que llevó las condenas de culpabilidad a máximos durante su época como fiscal, pero también a que muchos afroamericanos pasaran largos años en prisión por crímenes que hoy no son ni considerados faltas.
Tras la muerte a manos de la Policía de Mineápolis de George Floyd, que desencadenó protestas en todo el país, Harris aseguró que existe un «racismo sistémico» en Estados Unidos y que «la brutalidad policial es un asunto de vida o muerte para las personas negras en este país».
Harris cuenta con el apoyo del expresidente Barack Obama y su designación es un varapalo para el ala más cercana a la socialdemocracia del Partido Demócrata, que pese a haber estado ganando influencia y escaños en los últimos años, ve cómo el «establishment» vuelve a imponer su voluntad.
«Joe Biden lo ha clavado con su decisión. Al elegir a la senadora Kamala Harris como la próxima vicepresidenta, ha puesto en evidencia su juicio y carácter», aseguró Obama.