Miami, 6 ene (EFE) – Expresidentes, congresistas y otros líderes políticos, tanto demócratas como republicanos, condenaron este miércoles la toma del Capitolio por una turba de partidarios del presidente Donald Trump, al que algunos responsabilizaron de lo ocurrido y pidieron someter a un juicio político.
«La Historia recordará correctamente la violencia de hoy en el Capitolio incitada por el presidente en funciones, quien ha continuado sin fundamentos la mentira sobre el resultado electoral legal, como un momento de gran deshonor y vergüenza para nuestra nación», afirmó el expresidente Barack Obama apuntando a Trump.
Republicano como Trump, el expresidente George W. Bush se declaró «consternado por el comportamiento imprudente de algunos líderes políticos desde las elecciones y por la falta de respeto mostrado hoy por nuestras instituciones, nuestras tradiciones y nuestra aplicación de la ley».
«Es repugnante y desgarrador», dijo Bush sobre la entrada de los partidarios de Trump en el Congreso después de que el presidente dijera en un mitin en Washington que «no concederá nunca» la victoria de Joe Biden en las elecciones del 6 de noviembre y reiterara sus infundadas denuncias de un fraude masivo.
Bush agregó que lo visto hoy por los medios de comunicación «es como se disputan los resultados electorales en una ‘Banana Republic’ (república bananera), no en nuestra república democrática».
«Hoy enfrentamos un asalto sin precedentes a nuestro Capitolio, nuestra Constitución y nuestro país. El asalto fue alimentado por más de cuatro años de políticas venenosas que difundieron información errónea deliberada, sembraron desconfianza en nuestro sistema y enfrentaron a los estadounidenses entre sí», dijo el expresidente Bill Clinton.
La ex primera dama y excandidata a la Presidencia Hillary Clinton tachó de «terroristas nacionales» a los que «atacaron uno de los fundamentos de nuestra democracia: la transferencia pacífica del poder después de elecciones libres».
Más cauto, el Centro Carter, del presidente demócrata Jimmy Carter, dijo en un comunicado que aunque apoya el derecho a protestar pacíficamente de los estadounidenses, «condena fuertemente las amenazas y la violencia de cualquier clase».
En un comunicado, la institución exhortó a que continúe el proceso de certificación de los resultados de las elecciones del 6 de noviembre y subrayó que «es tiempo de apoyar una transición pacífica y de trabajar juntos para un futuro próspero y compartido».
CONGRESISTAS DE LOS DOS PARTIDOS SE AVERGÜENZAN
La líder de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, definió como un «vergonzoso ataque» contra la democracia, «al más alto nivel de gobierno», lo sucedido hoy en el Capitolio.
Pelosi aseguró que pese a ello, los congresistas avanzarán esta noche con «la certificación de la elección del presidente electo Joe Biden».
«No hay nada patriótico en lo que está ocurriendo en Capitol Hill. Esta es la anarquía antiamericana al estilo del tercer mundo», señaló el senador republicano por Florida Marco Rubio, alineado siempre con las políticas de Trump.
El senador y exgobernador de Florida Rick Scott, también partidario de Trump y quien esta mañana anunció que posiblemente no certificaría como integrante del Colegio Electoral la victoria de Biden, afirmó que los «matones» que irrumpieron en el Capitolio deben ser «arrestados y procesados con todo el rigor de la ley».
El exgobernador de Nueva Jersey y abogado del presidente Chris Christie sostuvo que Trump «debe dejar en claro que esta conducta debe terminar ahora» y consideró «reprobable y antiestadounidense» la toma del Congreso.
«Un ataque a nuestro Capitolio es un ataque a nuestra propia democracia», subrayó.
ROMNEY Y SANDERS, LOS MÁS DUROS CON TRUMP
El senador republicano Mitt Romney fue uno de los más contundentes a la hora de señalar a los responsables: «Lo que sucedió hoy en el Capitolio de los Estados Unidos fue una insurrección, incitada por el presidente de los Estados Unidos».
Desde el otro lado del espectro político, el senador socialista Bernie Sanders coincidió con Romney: «El hombre directamente responsable del caos de hoy es Donald Trump, quien ha dejado en claro que hará cualquier cosa para permanecer en el poder, incluida la insurrección y la incitación a la violencia».
«Trump pasará a la historia como el peor y más peligroso presidente de la historia», dijo Sanders.
La congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez pidió un «juicio político» a Trump. «Debemos concentrarnos en la tarea que tenemos entre manos: preservar la integridad de nuestra democracia, responsabilizar a los responsables de sus intentos de subvertir las elecciones de nuestra nación y destrozar nuestra Constitución», subrayó.
En una aparente respuesta a quienes señalan a Trump, Ted Cruz, senador republicano por Texas y uno de los que más han apoyado la campaña del presidente para tratar de revertir los resultados de las elecciones, afirmó: «Dejen de difundir el odio».
«Deja de usar retórica maliciosa (como cargos falsos e imprudentes de sedición), deja de mostrar desprecio por la mitad del país que no está de acuerdo contigo», agregó.
Sobre el bloqueo de la cuenta de Twitter de Donald Trump, el representante demócrata por Texas Joaquín Castro escribió: «Supongo que solo hace falta incitar a un golpe para que Twitter finalmente eche a @realDonaldTrum».
El congresista por Arizona Raúl Grijalva calificó el hecho de «terrorismo doméstico». «Las amenazas son reales», dijo.
También desde el mundo del espectáculo llovieron los mensajes en las redes sociales sobre lo ocurrido hoy en la capital del país.
«El ‘ethos’ policial estadounidense es racista. ¿Gases lacrimógenos? ¿Aerosol de pimienta? ¿Algunas rodillas en algunos cuellos? Ahora no. Los manifestantes están enojados, privados de sus derechos … ¡¡¡Y BLANCOS !!!», escribió el actor Alec Baldwin, que personificó a Trump en un conocido programa televisivo de humor.
«Debería ser arrestado ASAP (de inmediato)», apunto la actriz Betet Midler refiriéndose a Trump.