Houston (EE.UU.), 22 jul (EFE) – La acción en el béisbol profesional de las mayores llegará a los diamantes a partir de este jueves para iniciar la reducida temporada del 2020, que constará de 60 partidos, y en la que los poderosos Yanquis de Nueva York se perfilan como los grandes favoritos a conseguir el banderín de Liga Americana y volver a estar en la Serie Mundial.
En el otro lado de la moneda, a los Astros de Houston también se les considera con potencial para estar entre los mejores. Y seguramente serán el equipo menos aceptado, luego de que se descubrió que robaban de forma ilegal las señales de los receptores rivales en la temporada 2017 cuando ganaron la Serie Mundial, el primer título en la historia de la franquicia.
La ausencia de espectadores en los campos debido a la COVID-19 evitará que tengan que pasar por el calvario de los abucheos permanentes que les esperarían en cada uno de los parques de los equipos rivales a los que visiten.
Aunque las Grandes Ligas ha autorizado que en los estadios se pueda escuchar los sonidos de los aficionados que son utilizados en los juegos electrónicos, no se espera que los productores de sonido de los equipos contrarios vayan a utilizar el de los abucheos cuando jueguen los Astros.
El jueves cuando enfrenten a los Nacionales de Washington, los actuales campeones de la Serie Mundial, los Bombarderos del Bronx llegarán a la capital de la nación como el equipo a batir en el 2020, especialmente en el Joven Circuito.
Sin embargo, los Yanquis deberán estar muy atentos a los Rays de Tampa Bay, un equipo muy peligroso, que también se presenta como una seria amenaza para el resto del circuito.
Igual que lo pueden ser los bien reforzados Medias Blancas de Chicago, los Angelinos de Los Ángeles y los siempre poderosos Medias Rojas de Boston, aunque se encuentren en fase de transición después de haber participado también en otro escándalo de robo de señales y la salida del piloto puertorriqueño Alex Cora, quien había estado implicado en el caso de los Astros cuando era entrenador reserva.
Esta vez los Yanquis reúnen en sus filas un gran talento, que se ve reforzado por el recientemente recuperado de una lesión, el primera base dominicano Miguel Andújar, así como los toleteros Giancarlo Stanton y Aaron Judge, que poseen un gran poder con su bate.
Aunque a diferencia de otras temporadas, en la presente, recortada a 60 partidos, también podrían influir factores como la suerte, y situaciones circunstanciales de cómo se desarrolle el campeonato, pero los Yanquis tienen la ventaja debido a la solidez de su cuadro de lanzadores, que es cuando menos dominante.
Uno de los pilares de los Yanquis es el abridor estelar, el derecho Gerrit Cole, capaz de dominar al rival prácticamente en cualquier circunstancia.
Cole, que las tres pasadas temporadas jugó con los Astros, podría convertirse en uno de los peloteros clave para llevar a los Yanquis a un campeonato en la Americana y llegar al «Clásico de Otoño».
Detrás de Cole se encuentran el japonés Masahiro Tanaka, James Paxton, J.A. Happ y Jordan Montgomery, para darle solidez al bullpen.
Mientras que en el campo D.J. LeMahieu, Judge, el venezolano Gleyber Torres, Stanton, el dominicano Gary Sánchez, Brett Gardner, Luke Voit, Aaron Hicks, y el colombiano Gio Urshela, prometen mantener a los Yanquis como equipo de elite que aspira a todo y que tiene en su poder 27 títulos de la Serie Mundial, algo que ninguna otra franquicia ha podido lograr en las mayores.
Los Astros siguen siendo una novena competitiva teniendo en la lomita al veterano Justin Verlander y en el campo al segunda base venezolano José Altuve, entre otros estelares, pero el equipo no llega a la temporada con la mejor imagen ni con buen estado anímico.
La sanción por el robo de señales les generó una serie de reveses que podrían afectarlos e impedirles un buen desempeño en los juegos de la temporada regular, aunque su nuevo manejador el veterano Dusty Baker, uno de los mejores en su puesto, ya ha conseguido cambiar la mentalidad del equipo y está convencido que pueden aspirar a todo.
El poder económico de las nóminas que poseen los Angelinos, al igual que los Medias Rojas, junto a la gran cantidad de talento joven de los Rays y Mellizos de Minnesota, los pone también en una lista de equipos que, en una temporada corta, donde no hay margen de error, pueden ser la gran sorpresa ganadora.
Los Angelinos también tendrán de nuevo al jugador que todos desean ver, al lanzador y bateador designado, la estrella japonesa Shohei Ohtani, de 26 años, quien tras superar la operación Tommy John, espera dar su mejor versión y convertirse en la gran atracción dentro del deporte pasatiempo nacional, aunque sea solo a través de la televisión.