El legendario toletero culmina oficialmente una carrera histórica llena de récords, campeonatos y emociones
SAN JUAN, Puerto Rico – Luis “Bam Bam” Ortiz, figura emblemática del Béisbol Superior Doble A de Puerto Rico, ha oficializado su retiro del deporte federativo luego de una ilustre carrera de 34 temporadas. Su carta de retiro fue presentada recientemente ante la Federación de Béisbol de Puerto Rico (FBPR), poniendo punto final a una trayectoria que lo consagró como uno de los bateadores más poderosos de la era moderna.
Aunque su último turno oficial fue en 2022 vistiendo los colores de los Pescadores del Plata de Comerío, no fue hasta ahora que Ortiz decidió cerrar el capítulo como jugador activo. Lo hace con números que hablan por sí solos: promedio de bateo de .305, 704 imparables, 141 cuadrangulares y 563 carreras impulsadas.
Se quedó a un suspiro de igualar dos de las marcas históricas más veneradas del béisbol puertorriqueño: los 149 jonrones del fenecido René “Búfalo” Acevedo y sus 571 empujadas. Aún así, Ortiz lo deja todo en el terreno con la satisfacción de haber superado expectativas y haber escrito su nombre con letras doradas en los libros del deporte nacional.
“A todos mis compañeros del terreno de juego, gracias por compartir conmigo tantas emociones. Hasta que alguien iguale estos logros, puedo roncar con toda la confianza… y para quienes dudaron que alcanzaría los 700 hits, lo logré”, expresó con orgullo el cañonero.
Una de las gestas más destacadas de Ortiz es que todos sus cuadrangulares fueron conectados utilizando bate de madera, distinción que acentúa aún más su poder natural y dominio ofensivo.
Desde su debut en 1989 con el equipo de Río Grande, Ortiz tuvo una carrera itinerante que lo llevó a vestir los uniformes de Gurabo, Cidra, Salinas, Cayey, Comerío, Yabucoa, Barranquitas y Las Piedras. En cada uno dejó huella y cosechó triunfos, incluyendo cinco campeonatos y cuatro distinciones como Jugador Más Valioso (1996, 1998, 2003, 2009). Uno de sus logros más simbólicos fue conquistar el único campeonato en la historia de los Artesanos de Las Piedras en 2015.
En su emotiva carta de despedida, Ortiz reservó palabras especiales para su núcleo familiar: su esposa Yelza M. García González, sus hijas Carlos Fonsi García y Karla Nicole Ortiz Morales, así como su madre, hermanos y compañeros de equipo, a quienes agradeció profundamente por su apoyo incondicional a lo largo de su carrera.
Con su adiós, el béisbol federativo pierde a una de sus leyendas vivientes, pero su legado continuará inspirando a nuevas generaciones. Bam Bam Ortiz no solo fue un bateador temido; fue, y será siempre, sinónimo de grandeza en el diamante.
