Carolina-Canóvanas suma su cuarta victoria seguida mientras Mayagüez mantiene la cima con otra actuación colectiva
CANÓVANAS, Puerto Rico – Los Gigantes de Carolina-Canóvanas encendieron el calentón en el coliseo Carlos Miguel Mangual, al vencer 102-95 a los Cangrejeros de Santurce, en la jornada del viernes del Baloncesto Superior Nacional.
Con esta victoria, Carolina-Canóvanas suma cuatro triunfos consecutivos y mejora su marca a 16-15, manteniéndose en la cuarta posición de la Conferencia A. Por su parte, los Cangrejeros caen a 20-11, conservando el segundo lugar de la sección.
El encuentro se decidió en los minutos finales, cuando los Gigantes ejecutaron un avance 12-3 que desató la celebración local. Con la pizarra 90-89 a su favor, Alexander Franklin inició la corrida con un donqueo, seguido de dos tiradas libres de JJ Romer. Luego, Kobi Simmons anotó un triple que estiró la ventaja a 97-89. Aunque Ángel Rodríguez ripostó con un triple, Simmons contestó con un canasto de dos y Kristian Doolittle selló el marcador con otro bombazo.
Simmons fue el más destacado con 35 puntos y siete asistencias, mientras Doolittle sumó 24 puntos y ocho rebotes. En la derrota, Isaiah Piñeiro aportó 22 puntos y nueve rebotes, y Rodríguez añadió 21 tantos.
Ambos equipos se medirán nuevamente este domingo en el coliseo Roberto Clemente de San Juan, desde las 8:00 p. m.
En la Conferencia B, los Indios de Mayagüez se impusieron 116-108 a los Santeros de Aguada en el coliseo Ismael “Chavalillo” Delgado, en un partido de alta ofensiva.

Milton Doyle lideró a los Indios con 17 puntos, 12 asistencias y seis rebotes en 40 minutos de juego. Georgie Pacheco también aportó con 9 puntos y 8 asistencias. Por Aguada, John Meeks brilló con 30 puntos, mientras Jase Febres sumó 9 unidades y 6 rebotes.
Mayagüez dominó en porcentaje de campo (58 % vs 53 %), tiros de dos puntos (64 % vs 55 %), rebotes (37-30), asistencias (33-24) y puntos en la pintura (70-38). Aguada fue más certero desde el tiro libre (85 %) y el perímetro (51 %), pero no logró contener el ritmo ofensivo de los visitantes.