Houston (EE.UU.), 3 ene (EFE) – El ascenso meteórico del ala-pívot griego Giannis Antetokounmpo, de los Bucks de Milwaukee, y del base-escolta esloveno Luka Doncic, de los Mavericks de Dallas, convertidos ambos en serios candidatos a conseguir el premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA, permitieron al comisionado emérito David Stern consagrarse como el gran visionario de la globalización del deporte profesional estadounidense.
Ambos jugadores de baloncesto también por primera vez en la historia de la NBA, al día siguiente de que Stern hubiese fallecido el miércoles a los 77 años de edad, al no superar el derrame cerebral que sufrió el pasado 12 de diciembre, lograban ser los profesionales extranjeros que encabezan las preferencias de los aficionados en la votación inicial para el Partido de las Estrellas de 2020.
Mientras que Doncic, con apenas, 20 años, se convertía también en el primero que a su edad superaba el millón de votos como líder de los jugadores en la Conferencia Oeste, por delante de su héroe de infancia, el alero LeBron James, de Los Angeles Lakers.
Aunque Antetokounmpo ya defiende el título de MVP que ganó la pasada temporada, su crecimiento como jugador superestrella no ha hecho más que comenzar a los 25 años.
El fenómeno Doncic es todavía más espectacular y asombroso dentro del mundo de la NBA con apenas un año y medio de experiencia en el mejor baloncesto del mundo.
Stern, que se convirtió en el cuarto comisionado en la historia de la NBA, cuando llegó al cargo en 1984 tuvo ya el honor de dar a conocer su primera selección en un sorteo universitario con la elección del pívot Hakeem Olajuwon, un nativo de Lagos (Nigeria), que fue seleccionado con el número uno por los Rockets de Houston.
Era el comienzo y el símbolo de lo que en su mente había visionado como hombre de negocios para la expansión por todo el mundo del baloncesto profesional de la NBA, que comenzó a impulsar con el ya desaparecido Open McDonald, cuya segunda edición se disputó en 1988 en el renovado Palacios de los Deportes de Madrid.
Allí llegó por primera vez la figura del legendario Larry Bird con los Celtics de Boston, que al final fueron los campeones, mientras que el Real Madrid acababa segundo tras perder el partido por el título (96-111).
Bird fue el ganador del premio de MVP, Para entonces el desaparecido Fernando Martín se había convertido ya en el primer jugador español que había estado en la NBA, con los Trail Blazers de Portland.Así España se convertía en un mercado decisivo para la introducción del baloncesto de la NBA como deporte y negocio en Europa, por encima del de Italia, que era el que hasta entonces había tenido más cercanía con el mundo estadounidense.
A partir de ese momento Stern siempre tuvo un aprecio especial hacia todo lo español, y sus hijos Eric y Andrew aprendieron el idioma de Cervantes, mientras también proyectaba a la NBA a través de Latinoamerica con la llegada a Argentina y Brasil, los dos mercados más importantes tanto deportivos como comerciales.
Uno de los hombres de mayor confianza que siempre tuvo Stern durante su mandato al frente de la NBA fue Brian McIntyre, responsable del departamento de Relaciones Públicas de la Liga, que hizo una labor excepcional al integrar en las coberturas a todos los medios de comunicación internacionales.
Su labor era la de apoyar al máximo la visión de Stern dándole el soporte permanente en la proyección de la mejor imagen de la NBA a través de todo el mundo, reflejada mas tarde en las trasmisiones de los partidos, y elevar los ingresos por los derechos de televisión.
Mientras en el campo deportivo también reforzaban esa proyección con la llegada cada vez de más y mejores jugadores extranjeros a la NBA tras los pioneros Martín y el también fallecido base-escolta croata Drazen Petrovic, su compatriota Toni Kukoc, compañero de Michael Jordan con la dinastía de los Bulls, y el serbio Vlade Divac, con Los Angeles Lakers y los Kings de Sacramento.
Ellos abrieron paso a las nuevas generaciones de jugadores extranjeros encabezadas por el alemán Dirk Nowitzki, el español Pau Gasol, el francés Tony Parker y el argentino Manu Ginóbili, que fueron quienes consolidaron la internacionalización de la NBA.
Stern antes de fallecer pudo disfrutar de los frutos de su visión al ver como al comienzo de la presente temporada en las plantillas de los 30 equipos había registrados 108 jugadores internacionales pertenecientes a 38 países diferentes.
No pudo ver la culminación de su gran visión y labor al frente de la NBA con la histórica votación al Partido de las Estrellas 2020, que tuvo como protagonistas a Antetokounmpo y Doncic.
Pero la misma si consagró el modelo de globalización que Stern tanto cultivó desde el principio de su mandato y hasta el último día que estuvo en la mítica oficina de la Olympic Tower, desde donde construyó todo una multinacional con el baloncesto de la NBA.