Grupos comunitarios y ambientales denuncian falta de protección ante operación de New Fortress Energy con tanquero cinco veces mayor al autorizado
San Juan, Puerto Rico – Grupos comunitarios, ambientales y residentes de San Juan, Cataño y Guaynabo levantaron la voz de alerta tras la entrada a la Bahía de San Juan del metanero Gaslog Singapore, una embarcación con capacidad de 155,000 metros cúbicos de gas metano, cinco veces mayor a la que había sido evaluada previamente por agencias federales.
La denuncia surge en momentos en que aún no existe un plan de emergencia o evacuación para las comunidades cercanas al área de operación.
Según explicó el abogado ambiental y profesor universitario Pedro Saadé, esta acción representa una violación a lo dispuesto por la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC, por sus siglas en inglés), que estableció zonas de peligrosidad tomando como referencia embarcaciones de solo 30,000 metros cúbicos, como las inicialmente utilizadas por la compañía New Fortress Energy (NFE).
“La nueva barcaza tiene capacidad para cinco veces más. Eso quiere decir que las zonas residenciales y comerciales expuestas a riesgos son muchas más, y no se tienen planes de seguridad o evacuación para ellas. Están experimentando con nuestra seguridad”, advirtió Saadé.
Ante la situación, FERC solicitó explicaciones formales a NFE sobre el uso del tanquero de gran tamaño, cuya operación resulta inconsistente con lo presentado en la solicitud de permisos. La Guardia Costera había advertido desde septiembre de 2024 que la barcaza original, Coral Encanto, ya interfería con la maniobrabilidad en el canal de navegación, lo que comprometía la seguridad marítima. Aunque se contemplaron posibles multas, hasta la fecha no se han tomado acciones concretas.

“Es evidente que el gobierno está a favor de los grandes intereses y no del bienestar y la seguridad del pueblo al seguir insistiendo en la generación de energía mediante la quema del gas metano”, expresó la hermana Lissie Avilés, de las Hermanas Dominicas de la Santa Cruz y vecina de Cataño. Avilés criticó la permanencia de NFE en la Bahía desde 2020 sin contar con los permisos federales requeridos, y advirtió que la compañía ahora busca expandir sus operaciones mediante gasoductos hacia las plantas San Juan I y II y Palo Seco.
Como parte de esta expansión, NFE también logró un acuerdo para establecer una operación de manejo de gas metano en el Puerto de Ponce, en unas 40 cuerdas de terreno. Esta movida ocurre en un contexto legislativo y político que favorece los combustibles fósiles, como la aprobación de la Ley Núm. 1 de 2025 que eliminó metas intermedias de energía renovable y extendió la vida útil de la carbonera de AES hasta el 2032. A esto se suma una reciente Orden Ejecutiva que extiende el Estado de Emergencia Energética, eximiendo a entidades como Genera PR –subsidiaria de NFE– de cumplir con los procesos requeridos ante otras agencias.
Mónica Flores, de la organización El Puente Puerto Rico, advirtió que “lo que estamos experimentando aquí es una emergencia por diseño, cuya respuesta solo va a perpetuar y profundizar la dependencia al combustible fósil. Esto es nefasto para nuestro archipiélago”. Enfatizó que este modelo energético no aporta a la resiliencia del país frente al cambio climático, sino que aumenta la vulnerabilidad ante eventos extremos.
Como parte de la respuesta ciudadana, los grupos afectados y organizaciones aliadas han convocado a una manifestación este martes, 8 de abril, junto al colectivo Una Sola Lucha, para denunciar lo que consideran un patrón de negligencia durante los primeros 100 días de la administración de la gobernadora González.