Tucson (AZ) (EFE) – El área metropolitana de Phoenix trabaja arduamente para que el Super Bowl, que se llevará a cabo el fin de semana en Arizona, sea el “más verde” en toda su historia, teniendo como meta reciclar el 92% de los desechos que sean generados.
“Estamos trabajando con voluntarios, nuestros embajadores de ‘cero basura’ que estarán dando información en todos los eventos relacionados con el Super Bowl sobre la importancia del reciclaje y la desviación de desechos”, dijo a EFE Viridiana Cervantes, analista de cero desperdicios para la ciudad de Phoenix.
Phoenix calcula que alrededor de 2,000 toneladas de basura se generarán en esta ciudad debido a eventos relacionados con la final del fútbol americano, como el Super Bowl Experience, que ya se encuentra en marcha.
“Esto es de suma importancia. Queremos educar a los residentes y nuestros visitantes sobre la importancia del reciclaje y que tengan opciones cercanas al momento de tirar su basura”, dijo.
Para esto la ciudad ha colocado contenedores de tres colores en cada calle y en los sitios de los eventos relacionados con el Super Bowl. Uno es negro para composta, donde se tiran todos los desechos de comida; otro azul para reciclaje, donde se colocan botellas de plástico y latas de aluminio, y uno más verde para la basura no reciclable.
Cervantes explicó que los desechos de comida son utilizados para crear abono para las plantas, el cual los residentes de Phoenix pueden utilizar para plantar o mantener sus árboles frutales, creando así un círculo que beneficia al medioambiente ya que los nuevos árboles ayudan a combatir el cambio climático.
Esto es particularmente relevante en ciudades como Phoenix, donde las temperaturas superan fácilmente los 100 grados Fahrenheit (38 Celsius) en el verano.
Phoenix cuenta con una procesadora de reciclaje que tiene la capacidad de procesar hasta 15 toneladas de basura por hora.
En 2015, cuando se llevó a cabo el Super Bowl también en Arizona, la ciudad de Phoenix estableció como meta el desvío de 80% de los desechos generados por este evento, al final logrando un 73.1%.
En el Super Bowl del año pasado, que se llevó a cabo en Inglewood, California, se logró el desvío del 85% de los desechos generados por el evento.
Se calcula que más de 120,000 visitantes estarán en la ciudad de Glendale, sede del Super Bowl LVII, y el resto del área de Phoenix para las actividades relacionadas con el partido, en el que los equipos Philadelphia Eagles y Kansas City Chiefs se enfrentarán el domingo.