Quito, 4 jul (EFE) – Las Islas Galápagos, ubicadas en el océano Pacífico, a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador, celebraron este sábado los 61 años de haber sido declaradas como la primera área protegida del país suramericano.
El ministro del Ambiente ecuatoriano en funciones, Paulo Proaño, en una ceremonia celebrada en la isla de Santa Cruz, en el corazón del archipiélago, destacó la actitud de la población isleña para involucrarse en la conservación de esta región.
Añadió que la cartera de Estado a su cargo tiene como prioridad «el trabajo coordinado con las comunidades locales, a quienes agradecemos estar siempre vigilantes de las acciones que emprendemos como verdaderos guardianes de sus recursos».
«Una comunidad involucrada en las decisiones de su futuro es una sociedad saludable», insistió el ministro al recordar que este es uno de los archipiélagos volcánicos mejor conservados del mundo, pues el 95 % de las especies originalmente registradas se mantienen en un buen estado de conservación.
El Parque Nacional Galápagos, declarado en 1959 como la primera área protegida de Ecuador por su alto valor ecosistémico, cuenta con 7,970 kilómetros cuadrados de áreas terrestres y 138,000 en su reserva marina.
Las Galápagos, que albergan más de 7,000 especies endémicas y nativas, fueron declaradas en 1978 como el Primer Patrimonio Natural de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El director del Parque Nacional Galápagos, Danny Rueda, destacó hoy la labor institucional que permitió que «la Unesco amplíe la extensión de la reserva de biosfera de 772,000 a 14.6 millones de hectáreas».
Recordó que uno de los mejores ejemplos de conservación fue la reciente restauración ecológica de la isla Española, que incluyó el retorno de un grupo original de tortugas gigantes, entre ellas el emblemático quelonio conocido como «Diego», que fue devuelto a su hábitat tras décadas de reproducirse en cautiverio.
Al finalizar la ceremonia, las autoridades efectuaron un reconocimiento a unos sesenta guardianes del Parque Nacional por su contribución a la conservación del archipiélago.