París, 11 ene (EFE) – La comunidad internacional aunó este lunes sus esfuerzos en favor de la biodiversidad en una cumbre que apostó tanto por la movilización de fondos financieros como por la actuación conjunta de gobiernos, empresas y ciudadanos.
Su iniciativa tuvo como escenario la cuarta edición de la One Planet Summit, lanzada por primera vez en París en 2017 y que tras pasar por Nueva York en 2018 y por Nairobi en 2019 volvió a la capital francesa haciendo converger esta vez los retos climáticos con la necesidad de preservar los ecosistemas.
El encuentro, celebrado también de forma telemática debido a la pandemia, tuvo como anfitrión al presidente francés, Emmanuel Macron, y estuvo auspiciado igualmente por Naciones Unidas y el Banco Mundial.
«Nuestra realidad y la del planeta dependen de lo que hagamos. (…) Sabemos de forma evidente que todas nuestras vulnerabilidades están vinculadas», destacó Macron haciendo un llamamiento a «una transformación profunda y rápida» del modelo actual de desarrollo.
ACCIONES CONCRETAS
La gravedad de la situación, con un 60% de los ecosistemas mundiales degradados, según los datos de la cumbre, impulsó a los participantes a apoyar metas concretas y a acelerar proyectos ya en marcha.
Entre ellos, la Gran Muralla Verde africana, lanzada en 2007 para crear una banda ininterrumpida de vegetación y tierras cultivadas de Senegal a Yibuti con la que frenar el avance del desierto del Sahara.
Esa iniciativa que prevé restaurar 100 millones de hectáreas recibió este lunes compromisos por valor de 11,800 millones de euros ($14,326 millones) durante los próximos cinco años, de los que 4.000 millones de euros ($5,000 millones) provendrán del Banco Mundial.
La cumbre lanzó además oficialmente la Coalición de Alta Ambición para las Personas y la Naturaleza, promovida por Francia, Costa Rica y el Reino Unido y respaldada de momento por medio centenar de países, como España o Chile, con el objetivo de que para 2030 al menos el 30% de la superficie terrestre y marina esté protegida.
Según indicó el presidente costarricense, Carlos Alvarado Quesada, actualmente solo están protegidos el 15% de toda la superficie terrestre y el 7% de la marina. «Hoy, en 2021, es el momento de actuar y de comprometernos para alcanzar estas metas de conservación», añadió.
Esta cita tenía como prioridades de la acción en favor de la biodiversidad la protección de las especies terrestres y marinas, la promoción de la agroecología, la movilización de la financiación pública y privada y la protección de los bosques tropicales.
COLABORACIÓN EMPRESARIAL
Con esa hoja de ruta en mente se lanzó un grupo de trabajo sobre informaciones financieras ligadas a la naturaleza, impulsada por el Ejecutivo británico para tomar conciencia del impacto de la actividad económica sobre la biodiversidad y reorientar los flujos hacia actividades que producen resultados positivos para el planeta.
La colaboración del mundo empresarial fue requerida además por el príncipe de Gales en el proyecto «Terra Carta», que, con el objetivo entre otros de alcanzar los 8,100 millones de euros ($10,000 millones) para 2022, marca el camino para que las empresas avancen hacia un futuro sostenible.
Francia presentó también oficialmente la Coalición para el Mediterráneo, con un plan de acción específico para luchar contra la contaminación marina y proteger de cara a 2030 tanto la biodiversidad en ese mar como la pesca sostenible y la sostenibilidad del transporte marítimo.
«Lo decidido hoy es una agenda de progreso», apuntó Macron al clausurar esta cumbre en la que participaron entre otros la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el primer ministro británico, Boris Johnson, o la vicepresidenta cuarta del Gobierno español, Teresa Ribera.
Esta reunión sirvió también para anticipar nuevas iniciativas, como el lanzamiento de aquí a un año del proyecto internacional Prezode, una alianza de investigación dedicada a la prevención de nuevas pandemias surgidas de reservorios animales.
«La covid nos ha hecho ver hasta que punto los países son interdependientes», sostuvo el viceprimer ministro chino Han Zheng, cuyo país albergará la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad (COP15) este 2021, año en el que también se celebrará, en Glasgow, la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP26).