El organismo regulador dio 48 horas a la empresa para detallar cómo la eliminación de 160 puestos podría afectar la continuidad y seguridad del servicio en Puerto Rico
SAN JUAN, 18 oct (EFE) – El Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) de la Junta Reglamentadora de Servicio Público emitió este sábado una resolución para requerir a LUMA Energy que informe en un plazo de 48 horas si los recientes despidos de 160 empleados afectarán los servicios del sistema eléctrico del archipiélago.
«Es imperativo que el Negociado de Energía obtenga información detallada y precisa para evaluar el impacto potencial de estas reducciones de personal en la continuidad y seguridad del servicio eléctrico, y para determinar si se requieren acciones regulatorias adicionales para salvaguardar dicho interés», esgrimió el documento.
LUMA Energy, empresa a cargo de la transmisión y distribución de la energía eléctrica en Puerto Rico, anunció el viernes que despedirá a 160 de sus empleados en casi todos los niveles de la compañía.
«Esta no fue una decisión tomada a la ligera. Cada empleado que deja LUMA ha contribuido valiosamente a la misión de transformar el sistema eléctrico de Puerto Rico. La empresa está comprometida a tratar a cada persona impactada con respeto y a brindarle apoyo durante su proceso de transición», afirmó LUMA en un comunicado.
En este contexto, el Negociado recordó que, conforme a la Ley 57-2014, conocida como la Ley de Transformación y Alivio Energético de Puerto Rico, «el Negociado de Energía tiene la facultad y el deber de supervisar todas las operaciones que afecten la capacidad, seguridad y confiabilidad del sistema eléctrico».
«Una reducción no planificada y significativa de la fuerza laboral de la compañía operadora del sistema es un evento material que podría tener consecuencias adversas directas sobre la capacidad de LUMA para responder a interrupciones, realizar mantenimiento preventivo y, en general, operar la red de manera segura y confiable», añadió el organismo.
El informe deberá incluir, como mínimo una descripción detallada de las funciones, responsabilidades y áreas operativas desempeñadas por el personal cesanteado, un análisis del impacto operacional que dichas separaciones puedan tener en la continuidad del servicio, incluyendo, los tiempos de respuesta a averías, la ejecución de planes de mantenimiento y la supervisión del sistema.
Así como una descripción de las medidas de mitigación que LUMA haya implementado o planifique implementar para garantizar la estabilidad y seguridad del sistema eléctrico a la luz de esta reducción de personal.
Desde que asumió las operaciones en 2021, LUMA ha adelantado miles de millones de dólares en proyectos financiados con fondos federales, completado mejoras críticas al sistema y ha logrado avances medibles en la confiabilidad del servicio.
No obstante, la empresa aclaró que aunque esos fondos «son un componente importante de la reconstrucción de la isla, y aún existen reembolsos pendientes», los mismos no pueden usarse para operaciones o mantenimiento del día a día «y no resuelven el patrón crónico de falta de financiamiento que hemos enfrentado por más de un año».




