El reto para las compañías será integrarse auténticamente a las comunidades de fanáticos para construir lealtad duradera
GUAYNABO, Puerto Rico – En el futuro, los fanáticos no serán simples consumidores: se convertirán en colaboradores que participen activamente en la creación de experiencias personalizadas en tiempo real.
Esa fue la conclusión principal de Roxana A. Trabanco, principal oficial comercial de la firma de investigación Ipsos Puerto Rico, al presentar el estudio “Cómo las comunidades de fanáticos impulsan el éxito futuro de las marcas” durante el evento «Game On! El poder del deporte para tu marca», organizado por la Asociación de Ejecutivos de Ventas y Mercado (SME).
Aunque el análisis se realizó en Estados Unidos, Trabanco recalcó que los hallazgos ofrecen una guía clara para las marcas en Puerto Rico, ya que las tendencias observadas son aplicables a los retos de la industria local.
El estudio confirma que nueve de cada 10 personas en EE. UU. se identifican como fanáticos de algo o de alguien, lo que refleja la magnitud del fenómeno. En el grupo de 18 a 34 años, un 33% considera que ser fanático es parte importante de su vida.
Para Trabanco, esto representa una oportunidad directa para Puerto Rico, donde las marcas enfrentan la dificultad de conectar con este mismo segmento generacional.
La ejecutiva subrayó que estas comunidades ya no se limitan a observar, sino que generan contenido, siguen a sus ídolos de cerca y esperan que las marcas compartan sus pasiones. La relación entre fanático y figura admirada, apuntó, ha pasado de ser pasiva a sentirse como una amistad gracias a las redes sociales.
Deporte y juventud
Uno de los datos presentados fue que 45% de los padres en EE. UU. tiene hijos que participan en deportes escolares. Para Trabanco, esta realidad también se refleja en Puerto Rico, donde el deporte juvenil es parte de la formación cultural.
“Si un niño practica deporte desde pequeño, probablemente seguirá siendo fanático toda su vida”, explicó, destacando la oportunidad para que las marcas acompañen al consumidor desde etapas tempranas.
El estudio señala que los hispanos son de los más activos: más del 60% asiste a eventos en vivo, compra mercancía, comparte contenido en redes y colecciona memorabilia. Esa intensidad de consumo, dijo Trabanco, es un reflejo de lo que también ocurre en Puerto Rico, donde la pasión por el deporte y la cultura se traduce en un vínculo directo con las marcas.
La barrera del costo
El precio se identificó como la principal limitación para que los fanáticos puedan vivir plenamente sus experiencias. Esa observación, añadió Trabanco, también es válida para el mercado puertorriqueño, donde la economía puede restringir la asistencia a eventos o la compra de productos oficiales.
“Las marcas tienen que ser empáticas y buscar maneras de facilitar el acceso”, puntualizó.
El estudio reveló que 47% de los adultos en EE. UU. considera igual de emocionante ver deportes femeninos que masculinos, y que los seguidores de atletas mujeres son tres veces más propensos a comprar productos recomendados por ellas frente a otros influencers.
Trabanco recalcó que esta es una tendencia que las marcas en Puerto Rico deben considerar, pues los deportes femeninos ya cuentan con mayor visibilidad y credibilidad entre la audiencia local.
Mirando hacia adelante
La proyección más importante, según la ejecutiva, es que las comunidades de fanáticos dejarán de ser observadores y consumidores pasivos para convertirse en colaboradores activos en la creación de experiencias personalizadas, potenciadas por la tecnología.
La participación en fantasy sports (deportes de fantasía), mundos virtuales y plataformas digitales será cada vez más común, y abrirá nuevas oportunidades de conexión auténtica entre marcas y consumidores.
“Las marcas deben dejar de ver a los fanáticos como simples consumidores y empezar a integrarse a sus comunidades con autenticidad”, concluyó Trabanco.
“El futuro está en que las audiencias se sientan vistas, entendidas y valoradas. Solo así las marcas podrán construir la lealtad más profunda y duradera”.




