La Federación de Béisbol de Puerto Rico confirma calendario, nuevos apoderados y formato competitivo para el próximo torneo
SAN JUAN, Puerto Rico – La Federación de Béisbol de Puerto Rico (FBPR) anunció oficialmente que la temporada 2026 de la Liga de Béisbol Superior Doble A dará inicio el sábado, 1 de febrero, con el tradicional juego inaugural en el hogar de los campeones Mulos de Juncos. El resto de los equipos comenzará acción el viernes, 6 de febrero, en sus respectivas secciones.
El anuncio se hizo durante la reunión ordinaria de la Junta de Directores de la FBPR, celebrada este domingo en el Centro de Usos Múltiples de Fajardo, y presidida por el doctor José Daniel Quiles, presidente federativo.
La reunión también sirvió para establecer fechas claves del calendario 2026. La Convención Anual será del 2 al 4 de enero en Guayanilla, mientras que la tradicional Copa de Campeones —torneo de pretemporada— se jugará en dos fines de semana consecutivos: del 16 al 18 y del 23 al 25 de enero.
Durante el encuentro, se presentaron cinco nuevos apoderados: Carmen González Vargas (Guayama), Luis Morales (Aguada), Luis Quintana (Manatí), Carlos Omar Meléndez (Santa Isabel) y el exjugador profesional Armando Ríos (Juncos).
En cuanto a la estructura del torneo, se mantendrá el formato de 45 equipos divididos en ocho secciones. La fase regular consistirá de 20 juegos, con partidos interseccionales y juegos de reto. Las semifinales se jugarán al mejor de cinco (5-3), las finales de sección al mejor de siete (7-4), el Carnaval de Campeones en formato round robin y tanto el Final Four como la Serie Final Nacional se definirán en series de 7-4.
También se anunció que la FBPR llevará a cabo inspecciones en los estadios antes del inicio de la temporada y que los Industriales de Barceloneta tendrán el primer turno en el sorteo de jugadores de nuevo ingreso.
En el ámbito administrativo, se informó la renuncia de Rafael Sánchez como representante de los jugadores, y se acordó iniciar el proceso para elegir a su sucesor. Además, se aprobó una medida que establece un periodo de espera de dos años para cualquier apoderado que renuncie, antes de poder asumir el control de otra franquicia.




