La entidad rechaza las exigencias de pago total de la deuda, que implicarían aumentos insostenibles en el costo de la electricidad
SAN JUAN, Puerto Rico – En una declaración emitida esta tarde, la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) para Puerto Rico criticó con firmeza a los bonistas no participantes del plan de ajuste de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), acusándolos de ignorar las condiciones económicas actuales de la isla y de mantener demandas insostenibles que frenan la salida de la AEE de la bancarrota.
Según la JSF, estos acreedores, liderados por fondos de cobertura y que no representan a la totalidad de los bonistas, continúan exigiendo el pago completo del principal e intereses de la deuda, que asciende a $12,000 millones. De cumplirse tal reclamo, implicaría un recargo adicional de más de 8 centavos por kilovatio-hora durante los próximos 50 años, según documentos públicos presentados ante el Negociado de Energía de Puerto Rico.
“La AEE permanece en bancarrota porque estos bonistas no aceptan términos razonables”, expresó la JSF, destacando que el plan de ajuste propuesto cuenta con el respaldo del 44% de los acreedores financieros de la AEE. “La deuda completa, más intereses, es simplemente impagable”.
La Junta también subrayó que muchos de estos bonos fueron adquiridos después de que la AEE entrara en proceso de bancarrota bajo el Título III de PROMESA, lo que implica que estos inversionistas asumieron el riesgo con pleno conocimiento de la situación crítica de la entidad.
Aunque la JSF representa legalmente a la AEE en la quiebra, aclaró que no opera la corporación en su funcionamiento diario. Sin embargo, reiteró que su mandato bajo PROMESA es restaurar la responsabilidad fiscal en Puerto Rico y que las condiciones ofrecidas a los bonistas son justas y responsables.
“La Junta ya ha alcanzado acuerdos consensuados con acreedores en 10 otras entidades gubernamentales en quiebra. Este historial muestra que el consenso es posible”, añadió el ente fiscal. Además, insistió en que la aprobación del plan enmendado es esencial para asegurar que la AEE continúe siendo una utilidad sostenible, capaz de ofrecer energía confiable y de apoyar el crecimiento económico de la isla.
La JSF concluyó con un llamado a los bonistas disidentes a reconocer la realidad económica del país y a unirse a un acuerdo que permita cerrar finalmente el proceso de bancarrota de la AEE.




