El presidente cameral critica imposición federal y el PIP advierte conflicto de intereses financieros
SAN JUAN (EFE) – El presidente de la Cámara de Representantes, Carlos ‘Johnny’ Méndez, culpó este martes a la condición colonial que vive Puerto Rico por la imposición de nuevos miembros de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF).
«La noticia de que, por alegada orden de la Casa Blanca, se sustituirá a cinco de los siete miembros de la Junta de Supervisión sin la consulta del pueblo de Puerto Rico o sus oficiales electos libre y democráticamente, es el más burdo ejemplo que vivimos bajo un régimen colonial», expresó en un comunicado el presidente cameral.
El líder legislativo también responsabilizó a «quienes pretenden mantener el status quo, la colonia, que permite que el Congreso o el Presidente de Estados Unidos nos impongan personas que controlan nuestros destinos sin ninguna injerencia del Pueblo o sus oficiales electos».
La JSF para Puerto Rico informó este martes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, despidió a cinco miembros del ente fiscal, compuesto por siete funcionarios.
Arthur J. Gonzalez, Cameron McKenzie, Betty A. Rosa, Juan A. Sabater y Luis A. Ubiñas son los miembros que dejarán de ejercer esta función, según el comunicado de la JSF.
Estos cinco funcionarios son demócratas, mientras que los dos miembros restantes, que continúan en sus puestos, Andrew G. Biggs y John E. Nixon, son republicanos.
Por su parte, la portavoz del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en el Senado, María de Lourdes, afirmó que «no hay nada que celebrar».
«La destitución de 5 integrantes de la Junta de Control Fiscal no responde a una súbita conciencia de responsabilidad fiscal y democrática. Se trata de la pugna entre bandos de inversionistas: los que esperan salir bien con la quiebra de la AEE y lo que esperan salir más que bien», aseveró la senadora en un comunicado.
A su juicio, «la Junta no llegó a rescatar al país. Llegó a proteger a los depredadores financieros que se beneficiaron por décadas de la triple exención y todavía quieren más, aun a riesgo de una segunda quiebra».




