El colectivo celebra su aniversario con una docena de producciones, múltiples premios y un ambicioso largometraje en desarrollo
SAN JUAN, Puerto Rico – En un país marcado por crisis recurrentes, el colectivo cinematográfico MonoVisión ha emergido como una voz vibrante y audaz del cine puertorriqueño contemporáneo.
Fundado en plena pandemia en 2020 por Adrián Borges, Linda Maymí-Rivas y Christian Kelly —a quienes luego se unió Chema Baigés—, el grupo celebra cinco años de producción ininterrumpida con un portafolio que incluye más de 12 filmes y 10 premios locales e internacionales.
“Fundar MonoVisión fue un acto de necesidad y rebeldía creativa”, asegura Borges, quien destaca que las limitaciones económicas nunca comprometieron la calidad ni la intención artística del colectivo. La clave, dice, ha sido un enfoque colaborativo que prioriza la disciplina, la creatividad y el compromiso comunitario.
Desde su primer cortometraje de terror inspirado en la leyenda del Jacho Centeno, hasta comedias y dramas íntimos como El First Date y El cuerpo de mamá, sus obras han resonado tanto en Puerto Rico como en festivales internacionales. Títulos recientes como La Comuna de Maymí-Rivas han cosechado reconocimientos en espacios como el Philadelphia Latino Film Festival y el LUSCA FilmFest.
Actualmente, MonoVisión desarrolla su primer largometraje, Levittown 2035, una tragicomedia neo western ambientada en un Puerto Rico distópico. El proyecto ya ha sido finalista en programas como el Sundance Collab Cultural Impact Residency y seleccionado para el Lab Guion 2025 en Colombia.
“Somos la nueva ola del cine boricua, no por edad, sino por los tiempos que nos toca vivir”, dice Maymí-Rivas. Con base local pero visión global, el colectivo aspira a convertirse en referente del cine independiente puertorriqueño, tendiendo puentes con la diáspora y contando historias con “honestidad, flow, sazón y poder visual”.

Varios de sus proyectos están disponibles de forma gratuita en www.monovisionpr.com.