El huracán más poderoso del Atlántico en años dejó 19 muertos y una devastación sin precedentes en comunidades rurales
Kingston/San Juan (EFE) – Jamaica enfrenta una catástrofe sin precedentes tras el paso del huracán Melissa, que azotó la isla el martes como categoría 5 y dejó al menos diecinueve muertos, miles de viviendas destruidas y comunidades enteras aisladas en el oeste del país. Las autoridades locales describen la situación como “inimaginable”, con graves daños en carreteras, hospitales y redes eléctricas, mientras la ayuda internacional comienza a llegar lentamente.
La ministra de Información, Dana Morris Dixon, confirmó que los equipos de rescate siguen trabajando en las zonas más afectadas. Ocho cuerpos fueron recuperados en Saint Elizabeth, nueve en Westmoreland y dos en Saint James, uno de ellos un niño. “La devastación en el oeste es inimaginable”, aseguró la funcionaria, quien explicó que el Gobierno ha activado varios comités de emergencia, entre ellos el de Asistencia y Recuperación, para atender la crisis.
El primer ministro Andrew Holness recorrió Westmoreland el jueves y reconoció en redes sociales que “muchas comunidades están gravemente afectadas, con daños en viviendas, carreteras e infraestructura crítica”. De acuerdo con las cifras más recientes, más del 70 % del país continúa sin electricidad y 134 carreteras permanecen bloqueadas por inundaciones o derrumbes.
Mientras tanto, la llegada de ayuda internacional ha comenzado a aliviar la situación. El ministro de Energía, Telecomunicaciones y Transporte, Daryl Vaz, informó que el Aeropuerto Internacional Norman Manley recibió trece vuelos con suministros humanitarios y que se esperan otros veinte en las próximas horas. “Lo difícil es la logística para hacer llegar esta ayuda a las zonas más golpeadas, y ya prácticamente no nos queda tiempo debido a la desesperación de la población”, reconoció el ministro.
Vaz añadió que Estados Unidos enviará entre ocho y diez helicópteros grandes para apoyar la distribución de suministros y el traslado de pacientes. Además, el aeropuerto de Montego Bay, que sufrió daños severos, reabrirá mañana a vuelos comerciales, lo que permitirá evacuar turistas y facilitar la llegada de más asistencia.
Dana Morris Dixon indicó que hay diecinueve muertes confirmadas, pero que “existen informes bastante creíbles sobre la posibilidad de que haya cuatro cuerpos en Westmoreland que necesitan ser recuperados y uno en Saint Elizabeth”. Las autoridades trabajan para despejar caminos y restablecer el acceso a esas comunidades, algunas aún incomunicadas desde el martes.
El huracán Melissa, que alcanzó vientos sostenidos de más de 260 kilómetros por hora al tocar tierra, se convirtió este viernes en ciclón postropical al desplazarse hacia el Atlántico Norte. El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos advirtió que, aunque se aleja de tierra, las marejadas continuarán afectando por dos días la costa noreste estadounidense, el Atlántico canadiense y varias islas del Caribe.
“Los modelos globales indican que Melissa continuará siendo un ciclón extratropical grande y fuerte durante los próximos dos días”, señaló el organismo, al detallar que el fenómeno se encontraba a unos 840 kilómetros al nor-noreste de las Bermudas, con vientos máximos de 140 kilómetros por hora y desplazamiento hacia el noreste.
Melissa ha dejado más de cincuenta muertos en el Caribe, la mayoría en Jamaica y Haití, donde se reportan además veintiún desaparecidos. En Cuba, que fue golpeada el miércoles como categoría 3, aún no hay un balance oficial, pero se estiman millones de personas afectadas por apagones, destrucción de viviendas y daños en infraestructuras clave. Panamá y República Dominicana también han confirmado víctimas mortales.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) calificó a Melissa como “la tormenta del siglo” por su intensidad y el nivel de destrucción que ha causado. Con su paso, se eleva a trece el número de ciclones en la actual temporada del Atlántico, que incluye a los huracanes Erin, Gabrielle, Humberto e Imelda, y a las tormentas Andrea, Barry, Chantal, Dexter, Fernand, Jerry, Karen y Lorenzo.
Para Jamaica, el impacto ha sido devastador. Los campos agrícolas, las viviendas costeras y las escuelas quedaron arrasadas, especialmente en las zonas rurales del oeste. Miles de familias lo han perdido todo y el Gobierno ya anticipa una reconstrucción lenta y compleja. En palabras de la ministra Morris Dixon, “esta será una recuperación que tardará años”.




