Plataforma destaca a comunidades de anfitriones jóvenes, adultos mayores y mujeres como clave del éxito turístico en la isla
SAN JUAN, Puerto Rico – La plataforma de alojamientos Airbnb reveló esta semana los tres municipios más hospitalarios de Puerto Rico: Aguadilla, Río Grande y Carolina.
La clasificación se basó en la cantidad de evaluaciones de cinco estrellas que los anfitriones locales recibieron durante el año pasado, destacando no solo el compromiso con el servicio, sino también la diversidad de perfiles que lideran esta transformación turística.
En el caso de Aguadilla, el crecimiento estuvo liderado por anfitriones jóvenes: el número de usuarios menores de 30 años aumentó cerca de un 70 % en comparación con 2023. Esta nueva generación ha revitalizado la oferta de hospitalidad en el oeste de la isla, donde los visitantes disfrutan de espacios como la playa Crash Boat, los arrecifes de Peña Blanca y recorridos por la costa noroeste.
Por su parte, Carolina —con especial énfasis en el sector de Isla Verde— experimentó un incremento del 15 % en anfitriones activos. Lo que distingue a este destino es su comunidad de adultos mayores, que representa más del 20 % de quienes comparten sus propiedades. Esta oferta se enriquece con el acceso a playas urbanas, propuestas culinarias diversas y experiencias culturales a pocos minutos del aeropuerto internacional.
Río Grande, en el noreste, también registró un crecimiento del 15 % en anfitriones. Allí, más del 50 % de las personas que abren sus puertas a través de la plataforma son mujeres. Este municipio es el hogar del Bosque Nacional El Yunque, uno de los principales atractivos naturales del Caribe, ideal para practicar senderismo, explorar cascadas y vivir de cerca la biodiversidad puertorriqueña.
Además del reconocimiento a estos destinos, Airbnb destacó a Irma, anfitriona de Isabela, como la más hospitalaria de la isla. Su historia comenzó en 2018, cuando decidió rentar su espacio para apoyar a su madre en un proceso de trasplante de hígado. Desde entonces, lidera un proyecto familiar con propósito y vocación, que ha transformado la manera en que recibe a cada visitante.
Este listado no solo reconoce los mejores destinos desde la experiencia del viajero, sino que resalta cómo la hospitalidad puertorriqueña se construye a través de generaciones, géneros y motivaciones distintas. Una muestra de que, más allá de las playas y los paisajes, el corazón del turismo boricua late en sus comunidades.