El proyecto busca resolver el deterioro de la semilla de ñame y fortalecer la producción local mediante el uso de biotecnología y cultivos de tejidos
San Juan, Puerto Rico (EFE) – Un equipo de investigadores del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) trabaja en un innovador proyecto para mejorar la calidad del ñame en la isla a través de nuevas tecnologías y estrategias científicas.
Según anunciaron este lunes, la iniciativa aspira a solucionar un problema recurrente en ese sector, que es el deterioro y baja calidad de la semilla utilizada para la siembra.
El grupo, liderado por la doctora Merari Feliciano Rivera, catedrática del Departamento de Ciencias Agroambientales e investigadora en Biotecnología y Patología Vegetal, busca garantizar la sostenibilidad de este cultivo esencial en la dieta y economía local.
“Es una satisfacción saber que estamos aportando a la seguridad alimentaria de Puerto Rico. Cada pequeño avance es un impacto positivo para los agricultores y consumidores de la isla, y nos motiva a seguir trabajando para resolver problemas reales a través de la investigación”, afirmó Feliciano Rivera.
La doctora explicó que el estudio está enfocado en una necesidad de los productores de ñame, que identificaron que la calidad de la semilla era muy pobre. En el caso del cultivo, lo mismo que los agricultores utilizan para su venta es lo que van a emplear para las próximas siembras.
“Esto ocasiona que el problema continúe dentro del sistema de producción, afectando la calidad del producto con cada nueva generación”, dijo Feliciano Rivera, al explicar cómo nació esta intervención en coordinación con la Estación Experimental Agrícola (EEA) y el Servicio de Extensión Agrícola (SEA).
La búsqueda de soluciones condujo al equipo a explorar nuevas tecnologías, adoptando un sistema innovador de producción de plántulas mediante cultivos de tejidos.
“Inicialmente, realizamos evaluaciones en el campo con productos registrados para manejar enfermedades, pero no logramos obtener la calidad de semilla deseada. Por lo tanto, nos movimos a un sistema más innovador, que integra la producción en un ambiente controlado y estéril a través de biorreactores de inmersión temporal”, detalló.
Este método lo trajeron desde Bélgica con propuestas federales y lo instaron en la EEA Isabela y Río Piedras.
Tras la aplicación de estas tecnologías, se logró el desarrollo de semillas libres de enfermedades y de calidad superior a las producidas de forma convencional, que se entregaron a un grupo de 20 agricultores de ñame seleccionados.
Los agricultores recibieron asimismo adiestramientos para aprender cómo manejar la semilla y producir la suya propia en sus fincas.
En cuanto a la fase final del proyecto, Feliciano Rivera explicó que aún queda trabajo por hacer.
“Necesitamos recopilar datos de los agricultores para validar que la semilla realmente está produciéndose correctamente en las fincas. La idea no es solo mejorar el ñame, sino extender esta metodología a otras raíces y tubérculos con problemas similares”, indicó.
Por otro lado, la investigadora resaltó la necesidad de aumentar la producción local, ya que actualmente el 80% del ñame que se consume en la isla es importado.