Coalición rechaza aumento a LUMA y propone gobernanza democrática basada en energía solar distribuida
SAN JUAN, Puerto Rico – Ante la inminente alza en las tarifas eléctricas proyectada para julio, la coalición Queremos Sol reclamó este miércoles al gobierno que abandone el modelo de privatización encabezado por LUMA Energy y que, en su lugar, adopte un sistema energético público, sustentado en energía renovable distribuida y con una estructura de gobernanza democrática.
“La propuesta del gobierno para transformar el sector energético ha fracasado”, afirmó Maritza Maymí, portavoz de la coalición. “Se le prometió al pueblo que la privatización del sistema eléctrico traería ahorros y un mejor servicio. Está claro que no ha sido así. En pleno verano seguimos experimentando apagones, precisamente lo que estas empresas privadas se suponía que reducirían”.
Maymí denunció además que LUMA está solicitando entre $500 y $800 millones adicionales a su presupuesto actual de $693 millones para continuar operando, lo que implicaría un alza de entre 3 a 5 centavos por kilovatio hora en la factura de luz. A esto se suman los posibles aumentos en el precio del petróleo, agravados por conflictos internacionales, lo que, según la coalición, pone de manifiesto la vulnerabilidad de un sistema aún dependiente de combustibles fósiles.
La coalición enfatizó que no se trata simplemente de sustituir a LUMA por otra empresa privada. “Aunque la administración insiste en que ‘LUMA se va’, no hay una fecha concreta para su salida”, subrayaron. “El país no puede seguir siendo objeto de experimentos fallidos que responden al lucro privado”.
Ingrid M. Vila Biaggi, presidenta de CAMBIO, defendió la propuesta de Queremos Sol como una alternativa estructural y viable. El modelo plantea una transición hacia energía solar distribuida y una nueva gobernanza pública que asegure transparencia, participación ciudadana y profesionalismo técnico. Inspirado en experiencias internacionales como las de Hawái, Uruguay y Costa Rica, el modelo incluye espacios de codiseño, consultas públicas y reclutamiento por mérito, excluyendo el control político tradicional.
“El sistema eléctrico debe construirse en función de las necesidades ciudadanas, no del interés comercial”, afirmó Myrna Conty, coordinadora de la Coalición Anti-Incineración. “La energía solar es limpia, accesible, y mucho más segura que el gas metano o la energía nuclear. Es la opción más sensata para Puerto Rico”.

Por su parte, Ángel Figueroa Jaramillo, presidente de la UTIER, subrayó la necesidad de integrar al nuevo modelo tanto al personal desplazado de la AEE como a los trabajadores actuales de LUMA. “Necesitamos a todo el personal capacitado. Pero también requerimos liderato gerencial seleccionado por mérito y experiencia, no por favoritismos políticos”, indicó.
Queremos Sol reafirma su llamado a transformar de raíz el sistema energético puertorriqueño, construyendo un modelo que sea verdaderamente público, resiliente y sustentable, capaz de garantizar electricidad confiable y a costo justo para toda la población.