La orden suspende provisionalmente garantías procesales durante un litigio en tribunales inferiores
La Corte Suprema de Estados Unidos emitió este lunes una orden no firmada que permite a la administración Trump reanudar deportaciones de migrantes hacia países distintos de su país de origen («terceros países») sin otorgarles un aviso previo ni oportunidad para impugnar la decisión durante el proceso en tribunales inferiores.
La medida revoca temporalmente una orden del juez federal Brian Murphy (Distrito de Massachusetts), quien había exigido 15 días de preaviso, una entrevista de «temor creíble» en el idioma del migrante, y una “oportunidad significativa” para argumentar riesgos como tortura o muerte si se les deportaba. La orden suprema suspende esas restricciones mientras se resuelven los recursos en instancias inferiores.
El caso surgió tras un intento fallido de deportar a varios hombres condenados por delitos graves a Sudán del Sur, sin vínculos con ese país. Su vuelo fue desviado a Djibouti tras una intervención judicial.
La decisión fue impugnada por las tres juezas liberales del Tribunal —Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson— quienes la calificaron de «abuso manifiesto» de poder y advirtieron que permite al gobierno deportar personas «a cualquier lugar sin aviso ni oportunidad de ser escuchadas», pese al riesgo de tortura o muerte. En particular, Sotomayor advirtió que la mayoría «recompensa la ilegalidad» .
Por su parte, la administración defendió la medida como un ejercicio legítimo de autoridad presidencial y «vital» para deportar a extranjeros con antecedentes penales cuyos países de origen rechazan su repatriación. Tricia McLaughlin, de DHS, declaró: “Arranquen los aviones de deportación”.
Aunque la medida permite proceder de inmediato, el fallo no concluye el litigio. El caso sigue activo en los tribunales inferiores, donde podría restablecerse la orden de Murphy o introducir nuevas condiciones.




