La pionera de la cocina puertorriqueña celebra 40 años de carrera y un nuevo capítulo en el Museo de Arte de Puerto Rico
SANTURCE, Puerto Rico — En una velada que combinó arte, historia y sabor, la reconocida Chef Marisoll fue presentada como la artista culinaria oficial del Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR), marcando una alianza que entrelaza la alta gastronomía con las artes visuales. El evento, celebrado el 17 de septiembre de 2025, convocó a figuras clave de la industria de la hospitalidad, el turismo y la cultura, y sirvió como escenario para el lanzamiento de Chef Marisoll Events.
Con este nuevo proyecto, la Chef Marisoll no solo asumirá el liderazgo culinario de todos los eventos que se celebren en el museo, sino que también encontrará en este espacio su nueva casa profesional. “Es un honor y un privilegio representar la gastronomía y las artes culinarias en una institución de tanto prestigio como el Museo de Arte de Puerto Rico”, expresó la chef, visiblemente emocionada.
Pero fue durante su discurso que Marisoll Hernández —quien hizo historia en 1990 al convertirse en la primera mujer puertorriqueña nombrada Chef Ejecutiva en un hotel local— dejó al público conmovido y entre risas al relatar su trayectoria.
“Llegué yo, la hija de Luis y Milagros, a esa gran cocina del Caribe Hilton, siendo la cuarta mujer en una brigada de 85 cocineros”, rememoró. “Yo nunca había hecho ni una galletita… ni sabía hacer arroz. Todavía no sé, se me quema”.
A los 29 años, y con estudios en el Culinary Institute of America, recibió el título que cambiaría su vida: Chef Ejecutiva. “No sabía lo que significaba ese título. Solo sabía que tenía que trabajar duro, como me enseñó mi mamá”, dijo. “Imagínense, los hoteles estaban capitaneados por chefs europeos y americanos. Y llegó una nena boricua”.
La directora ejecutiva del MAPR, Dra. María Cristina Gaztambide, destacó el momento como parte de la evolución del museo. “Sumamos la gastronomía como parte de esa experiencia cultural. Esta colaboración fortalecerá nuestra oferta y nos permitirá seguir siendo punto de encuentro para la creatividad en todas sus expresiones”, afirmó.
Una celebración de arte, sabor y legado
La noche fue también una muestra del talento culinario de la chef, con un menú de tres tiempos que incluyó halibut sellado con beurre blanc de champaña, pollo asiático con vegetales al wok y una robusta garbanzada con chorizo. Los invitados disfrutaron de un recorrido gastronómico que incluyó desde poke de atún hasta tartaletas de limón con merengue, acompañados por cócteles de autor como daiquiri de lavanda y spritzer de acerola con vodka.
La ambientación otoñal del evento, a cargo de Akua y The Lounge, convirtió el Gran Salón del museo en un paisaje multisensorial, realzado por la instalación artística Paisaje Onírico de Diana Dávila. Además, Chef Marisoll lucirá cuatro chaquetas de chef diseñadas especialmente para ella por artistas puertorriqueños como Antonio Martorell y Sonia Sanz, reafirmando el carácter artístico de su propuesta culinaria.










Una vida entre fogones, libros y nuevas metas
A sus 62 años, la Chef Marisoll sigue reinventándose. “Cuando cumplí 60 decidí irme sola a correr mundo. Estuve un mes viajando por Europa”, contó. “Allí me pregunté: ¿y ahora qué?”. La respuesta fue inesperada: inscribirse a estudiar Literatura y Escritura Creativa en la Universidad del Sagrado Corazón.
“Me siento mano a mano con estudiantes de 18 años… puedo ser la abuela de mis compañeros y la mamá de mi profesora”, dijo entre risas. “Una de las lecciones más grandes que he aprendido como estudiante es poner puntos y comas, en el papiro y en la vida”.
Desde el MAPR, la chef proyecta seguir ofreciendo servicios de catering a toda la isla, ahora desde una de las instituciones culturales más importantes del país. “Yo le llamo a esto un pase de batón”, expresó. “Que el mundo sepa que nuestro sazón, cultura y compromiso de Puerto Rico es lo mejor que hay”.
Con cuatro décadas de carrera, reconocimientos de la James Beard Foundation, experiencia internacional y ahora una nueva etapa junto al MAPR, la Chef Marisoll no solo consolida su legado: lo cocina a fuego lento y lo sirve con orgullo.




