La construcción ilegal a lo largo de las costas también actúa como multiplicador de los fenómenos de contaminación
Roma (EFE) – Los delitos contra las costas italianas, el mar y sus recursos se dispararon en 2023, cuando ascendieron a casi 23,000, lo que supone un incremento anual cercano al 30%, con un aumento también de la cifra de personas denunciadas e incautaciones, según un informe publicado este miércoles por la asociación Legambiente.
Las infracciones penales constatadas por la policía y las autoridades portuarias fueron 22,956, un 29.7% más que en 2022, con un media de 8,4 infracciones por cada kilómetro de costa, lo que supone también una cada 119 metros, explica la organización ecologista.
Las construcciones ilegales fueron los delitos más repetidos, con 10,257 infracciones (+11.2% respecto a 2022), por delante de los residuos y la contaminación del mar (6,372, +59.3%) y la pesca ilegal (4,268 infracciones penales, +11.3%), que se confirman como las violaciones más extendidas.
«La violación de las normas que regulan la navegación de recreo también es preocupante: 2,059 infracciones penales constatadas en 2023, + 230% en comparación con 2022», señala Legambiente en su web.
La asociación explica que «el ciclo ilegal del cemento, como muestran los datos, representa la parte más significativa de los delitos medioambientales analizados debido principalmente a la miríada de abusos constructivos que siguen asolando Italia».
«Se trata de un asalto sin fin, un fenómeno devastador para el desarrollo social, medioambiental y económico de todo el país, que afecta sobre todo al sur, en particular a las regiones de tradicional asentamiento mafioso, y a las zonas costeras, las perlas veraniegas italianas», asegura.
Y añade que «la construcción ilegal a lo largo de las costas también actúa como multiplicador de los fenómenos de contaminación, debido a los vertidos directos al mar de los edificios construidos ilegalmente».
