Por Cristina Alonso Pascual
Londres (EFE) – Los vítores de decenas de manifestantes llenaron el entorno del Tribunal Superior de Justicia de Londres, tras la decisión de los jueces de permitir el recurso del fundador de WikiLeaks, Julián Assange, contra su extradición a Estados Unidos.
Congregados a lo largo de una soleada mañana en la capital británica, los asistentes a la protesta aplaudieron la resolución del caso y corearon, de nuevo, el lema «Libertad para Assange» al ritmo de música y tambores, a lo que añadieron la nueva consigna «Llevad a Julian a casa».
Esta celebración fue ‘in crescendo’ hasta la salida del tribunal de la esposa del australiano, Stella Assange, quien se mostró «aliviada» en sus primeras declaraciones después de conocerse el veredicto.
No obstante, reconoció que el tiempo que el fundador de WikiLeaks ha pasado en prisión «le ha pasado una enorme factura» e insistió en que el Gobierno de Joe Biden abandone el caso.
«¿Por cuánto tiempo seguirá esto? Estados Unidos debería abandonar este caso ahora, es el momento», reclamó.
‘Hakas’ y canciones protesta
A lo largo de la jornada, a Stella Assange se le unieron otras personalidades, como el diputado y exlíder laborista Jeremy Corbyn.
«Liberad a Julian Assange», «Solo hay una decisión, no a la extradición» o «Estados Unidos, Reino Unido, las manos fuera de Assange» fueron algunos de los eslóganes que repitieron los asistentes, al igual que en jornadas previas del juicio, que calificaron de «sin precedentes».
A las clásicas proclamas, se sumó un coro, que cantó a favor de la libertad de Assange, además de otras canciones coreadas por los manifestantes, como ‘Another Brick in the Wall’, de Pink Floyd.
Algunos de los asistentes bailaron ‘hakas’ –danza tradicional maorí, popularizada por su uso en los partidos de rugby por la selección de Nueva Zelanda– en protesta por el juicio al australiano, que, finalmente, concluyó a su favor.
Assange, que se encuentra desde 2019 en prisión preventiva en la cárcel londinense de alta seguridad de Belmarsh, no acudió al tribunal aludiendo problemas de salud.
Sí lo hicieron, una vez más, su padre y su mujer, que calificó la decisión judicial de «punto de inflexión» y consideró que su marido debería ser compensado.
«Deberían darle un premio Nobel, dejarle libre, dejar que pueda nadar de nuevo en el mar», incidió en un discurso posterior ante los manifestantes.
Por su parte, Simon Crowther, asesor legal de Amnistía Internacional, señaló la preocupación de la organización respecto a las garantías de Estados Unidos, las cuales considera que tienen «claros vacíos legales».
Pese a todo, en declaraciones a EFE, señaló que en esta jornada las noticias son buenas, ya que permitirán a Julian Assange «optar a un recurso apropiado ante este tribunal en los próximos meses».