Por Marina Villén
Agencia EFE
San Juan, Puerto Rico (EFE) – El primer ministro de Haití, Ariel Henry, continuó este miércoles varado en Puerto Rico debido a la escalada de la violencia en su país y la falta de consenso sobre su futuro, pese a la mediación de la Comunidad del Caribe (Caricom).
Los rumores sobre su posible dimisión se sucedieron durante esta jornada, pero el presidente de turno de Caricom, el mandatario de Guyana, Irfaan Ali, anunció que el organismo caribeño no ha logrado «ninguna forma de consenso» entre las partes enfrentadas en Haití.
Ali reconoció en un vídeo difundido por Caricom que no han conseguido avances en esta crisis pese a que han celebrado «muchas reuniones» y trabajado «contrarreloj».
«Necesitamos consenso entre los actores clave de Haití. Todos son conscientes del precio de un fracaso», subrayó Ali, quien urgió a «una solución política» y pidió el apoyo de la comunidad internacional para hallar una salida a esta crisis.
Piden concesiones, sin hablar abiertamente de dimisión
Estados Unidos está ayudando a Caricom en estas negociaciones y, según el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, ambos instan a las partes haitianas, incluido el primer ministro, a que «hagan concesiones en beneficio de la población» de Haití.
Miller subrayó que eso no implica que se esté solicitando la dimisión de Henry y destacó que Washington lleva tiempo trabajando con Caricom y los líderes de Haití para restaurar el orden democrático a través de unas elecciones «libres y justas».
«No le estamos pidiendo ni presionando para que dimita, pero sí le instamos a que acelere la transición hacia una estructura de gobierno inclusiva que actúe con urgencia», indicó el portavoz.
Se especula con la formación de un consejo presidencial de transición, aunque no está claro si tendría algún puesto en el mismo Henry, quien no estaría por la labor de renunciar desde el extranjero pese a la presión.
Ayer, el poderoso jefe de una coalición de bandas armadas en Haití Jimmy Chérizier, alias ‘Barbecue’, alertó: «Si Ariel Henry no dimite, el país se encamina directamente hacia el genocidio».
La incertidumbre rodea la presencia del primer ministro en Puerto Rico, adonde llegó ayer después de varios días en paradero desconocido y de que República Dominicana rechazara una «escala indefinida» en su territorio para evitar comprometer su seguridad nacional.
Henry quiere regresar a Haití
El secretario de Estado puertorriqueño, Omar Marrero, aseguró este miércoles a EFE que la intención del primer ministro de Haití es «regresar a su país», aunque no está claro cuánto tiempo necesitará quedarse en Puerto Rico.
«Se encuentra en Puerto Rico. El interés es que continúe con sus planes de viaje», dijo Marrero, quien reconoció que la situación es «atípica».
Marrero afirmó que no ha hablado con Henry desde que pisó suelo puertorriqueño y que a su Gobierno se le notificó su llegada en el momento en que esta se produjo, sin anticipación.
Puerto Rico es un Estado Libre Asociado a EE.UU., lo que implica un cierto grado de autonomía, pero fronteras, defensa y relaciones exteriores son responsabilidades que se reserva Washington, D.C.
La seguridad del primer ministro haitiano está de hecho a cargo de las agencias federales en la isla, principalmente el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Sobre su regreso a Haití, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, en inglés) afirmó a EFE en San Juan que EE.UU. no está prestando ayuda a Henry para retornar y que va a dejar que sea él quien «hable sobre sus planes de viaje».
Rechazo de la comunidad haitiana en Puerto Rico
Leonard Prophil, líder comunitario y portavoz de los haitianos en Puerto Rico, dijo a EFE que le da «vergüenza que acojan a Ariel Henry» en la isla caribeña porque el primer ministro permitió que Haití «esté en la ruina y destrozado».
El Gobierno de Haití decretó el domingo pasado el estado de emergencia y toque de queda por 72 horas en el departamento del oeste, donde está la capital Puerto Príncipe, tras la toma de la principal penitenciaría del país por parte de bandas criminales, que provocó la fuga de más de 3,000 reos.
Para Prophil, es «una falta de respeto y una burla hacia la comunidad haitiana de Puerto Rico», por lo que convocó hoy una simbólica protesta frente al Hotel Marriot de la zona turística de Isla Verde, cerca del aeropuerto, donde cree que se está alojando Henry.
Ondeando banderas de Haití, el portavoz y otros cinco haitianos reclamaron la dimisión de Henry, una solución internacional para su país y una transición política.
Julio Anthone, de 28 años, quien huyó de Haití hace un año para empezar una nueva vida en Puerto Rico, declaró a EFE que Henry debe dejar a los haitianos «vivir en paz» y que «otra persona puede asumir el poder y hacerlo bien».