Jerusalén (EFE) – El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, insistió este jueves de nuevo en una reunión con el asesor de seguridad nacional de EEUU, Jake Sullivan, en que la guerra en la Franja de Gaza no terminará «hasta que Hamás sea eliminado», ante las discrepancias surgidas en los últimos días entre ambos países al respecto.
«Se lo dije a nuestros amigos estadounidenses: nuestros heroicos guerreros no cayeron en vano. A pesar del profundo dolor de su caída, estamos más decididos que nunca a continuar luchando hasta que Hamás sea eliminado, hasta la victoria completa», afirmó Netanyahu en un videomensaje difundido tras su reunión con Sullivan en Tel Aviv.
Sullivan llegó hoy a Israel, donde se reunió primero con el asesor de Seguridad Nacional israelí, Tzchi Hanegbi, y con el ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien advirtió al estadounidense de que la ofensiva dentro del enclave todavía podría prolongarse «varios meses» hasta desmantelar toda las capacidades militares de Hamás.
Tras su encuentro bilateral con Netanyau, Sullivan se reunió con el gabinete de guerra al completo en la sede militar de Israel, la base de Kirya en Tel Aviv, donde también participó el enviado especial el presidente estadounidense Joe Biden, para Oriente Medio, Brett McGurk.
«Aprecio enormemente el apoyo de Estados Unidos a Israel, tanto suministrando armamento, como frenando los intentos de la ONU de detener los combates o ayudando al regreso de nuestros secuestrados», aseguró Netanyahu en un mensaje conciliador con EEUU.
El viaje de Sullivan a Israel se produce la semana en la que han salido a la luz discrepancias entre Netanyahu y el presidente Biden sobre cómo continuar la guerra, que ha entrado en una tercera fase, con la ofensiva terrestre extendida también en la parte sur de la Franja, donde EEUU ha pedido que minimice los daños a la población civil.
Los intensos bombardeos y la ofensiva terrestre sobre el enclave han provocado la muerte a unas 18.800 gazatíes, más del 70% civiles; herido a más de 50,800, y desplazado a 1.8 millones, el 80% de su población.
Biden se refirió directamente al asunto este martes, en un encuentro con donantes de su campaña, cuando afirmó que Israel está perdiendo apoyos por los «bombardeos indiscriminados» sobre la Franja, y que Netanyahu debería cambiar de socios de Gobierno, ahora integrado por partidos ultaderechistas contrarios al diálogo con los palestinos y la solución de dos Estados.
Horas antes ese mismo día Netanyahu reconoció que había «desacuerdos» con Estados Unidos, su principal aliado, sobre «el día después de Hamás» en la Franja palestina de Gaza, y ayer aseveró que Israel continuará con la guerra a pesar de la presión internacional para un alto el fuego.
Israel rechaza la propuesta de Estados Unidos para que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna partes reducidas de Cisjordania ocupada, tome tras la guerra el control de Gaza, ahora en manos del grupo islamista Hamás.
Biden ha mostrado desde el principio su apoyo inquebrantable a Israel para eliminar a Hamás y se opone a un alto el fuego, porque considera que sería utilizado por el grupo islamista para rearmarse y atacar de nuevo.
La Asamblea General de la ONU adoptó el martes por amplia mayoría una resolución por un alto el fuego humanitario en la Franja, días después de que EEUU vetara una propuesta de resolución del Consejo de Seguridad en el mismo sentido.
«Las partes discutieran la continuación de la guerra hasta la victoria y la consecución de los objetivos comunes, que son, ante todo, la eliminación de Hamás, la liberación de todos los secuestrados, el desmantelamiento de las capacidades militares de Hamás y el fin de su gobierno en Gaza», afirmó la oficina de Netanyahu en un mensaje que parece dar por superadas esas diferencias.
Sullivan y Netanyahu también abordaron la situación de los secuestrados, ya que todavía quedan dentro del enclave 135 cautivos, de los que hay indicios de que 19 están muertos. El grupo islamista Hamás secuestró a unas 240 personas durante el brutal ataque del 7 de octubre, en el que murieron más de 1,200.
EEUU jugó un importante papel mediador durante la semana de tregua en noviembre que permitió que Hamás entregara a 105 rehenes a cambio de la excarcelación de 240 presos palestinos.
«Quiero dejarlo claro: el regreso de nuestros secuestrados es un objetivo central. No los abandonaremos ni por un momento, ni siquiera en este momento», aludió Netanyahu.
Precisamente hoy se encuentra también en Israel la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, quien se reunió con el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, y con familiares de los rehenes que permanecen secuestrados en la Franja.
«Reitero: los rehenes deben ser liberados inmediatamente», indicó la presidenta del CICR, que ha recibido duras críticas por parte de las familias de los cautivos por no haber logrado acceso todavía a los rehenes para proporcionarles atención médica.
«Durante 69 días la Cruz Roja fracasóen su misión de llegar a los secuestrados, entregarles pruebas de vida, comprobar su estado y entregarles medicamentos y cada día que pasa es otro fracaso de la Cruz Roja», afirmó Cohen, en la misma línea crítica de las familias.