San Juan (EFE) – El nuevo gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, dijo este domingo un nuevo giro a la situación política de la isla al afirmar que «no procede» que el Senado vote el lunes sobre su nombramiento como secretario de Estado porque ya juramentó hace dos días como mandatario puertorriqueño.
En esta jornada se reportó además una protesta en la calle que conduce a La Fortaleza, sede del ejecutivo, en contra de la quema de carbón para la generación de energía y la incineradora AES, situada en Peñuelas, en el sur de la isla.
Dicha incineradora es objeto de protestas continúas por el daño que, aseguran varios grupos sociales, supone para la salud pública.
En la audiencia del viernes para su confirmación como secretario de Estado en la Cámara de Representantes, Pierluisi había admitido haber hecho cabildeo, desde el despacho de abogados donde trabajaba, para que no saliera adelante un proyecto en el Senado que afectaba impactaba a la incineradora AES.
Pierluisi, quien estaba en proceso de ser confirmado como secretario de Estado, asumió el viernes como gobernador de Puerto Rico después de que Ricardo Rosselló, quien renunció al cargo tras un escándalo por su participación en un polémico chat, anunciara que era su sustituto.
Una hora antes, la Cámara de Representantes de Puerto Rico había aprobado la designación de Pierluisi como secretario de Estado, quien es por mandato constitucional quien debe asumir como gobernador en caso de vacío de poder, pero restaba el aval del Senado, previsto para este lunes.
«Realmente es una vista para ellos mismos, porque, como he dicho en varias ocasiones, no procede una confirmación del gobernador. Lo que hubiera procedido era una confirmación del secretario de Estado, pero esa silla en propiedad ya no está ocupada», dijo Pierluisi en declaraciones a medios locales.
Tras sus palabras y, a través de un comunicado posterior, insistió en que ya juramentó «al cargo de gobernador».
«En este momento no existe secretario del Departamento de Estado que esté sujeto al consejo y consentimiento del Senado de Puerto Rico; sin embargo, igual que dije el pasado viernes, este cuerpo legislativo tiene todo el derecho de expresarse sobre mi incumbencia y, como he expresado, respeto ese proceso», agregó.
La discusión sobre la legalidad o no de que Pierluisi fuera el gobernador partía de las dudas que ha despertado entre abogados, medios y políticos, entre otros, la interpretación de la Constitución y la Ley 7 de 1952, enmendada en 2005, sobre la sucesión en ese cargo.
La Constitución de la isla, que es un Estado Libre Asociado de EE.UU., señala que un secretario de Estado, primero en la línea de sucesión para el cargo de gobernador, debe ser ratificado por la Asamblea Legislativa; mientras que la Ley 7, en la que se escudó Rosselló para nombrar a Pierluisi, señala que dicha posición no precisa de la confirmación ni de la Cámara de Representantes ni del Senado.
Pero solo en el caso de que se refiera a la sucesión de un gobernador.
Hoy Pierluisi añadió una nueva vuelta y apuntó el hecho de que ya no es secretario de Estado por lo que no tiene sentido la vista y la sesión extraordinaria que va a celebrar el Senado para su confirmación, ya que no ejercerá dicho puesto.
En declaraciones a medios advirtió que, por ahora, no hará cambios en el gabinete que ha dejado Rosselló, quien el mismo viernes formalizó su dimisión tras el escándalo generado por un chat entre miembros del Ejecutivo en el que se burlaban de figuras públicas.