Ciudad de México, 11 de febrero de 2022 (EFE) – Greenpeace México exhortó este jueves al canciller Marcelo Ebrard a tomar una posición «ambiciosa» en la negociación por un Tratado Global de los Océanos, ante la cercanía de la Cuarta Conferencia Intergubernamental.
“Pedimos al canciller Marcelo Ebrard comprometerse a una representación a nivel ministerial en la próxima ronda de negociaciones y hacer pública la postura del Gobierno mexicano a favor del objetivo 30×30 (proteger el 30 % de los océanos para 2030) y de la aprobación de un Tratado Global de los Océanos fuerte que permita alcanzar este objetivo”, señaló Ornela Garelli, representante de Océanos al frente.
Los activistas entregaron una carta al Consejero Jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en la que se informa que más de 4 millones de personas a nivel global, entre ellas más de 250,000 de México, han firmado por la protección de los océanos.
Señalaron que actualmente menos del 3 % de las aguas internacionales están protegidas » y de acuerdo con las recomendaciones científicas este porcentaje debería elevarse al menos hasta el 30 %».
Garelli destacó que México es un país líder en América Latina que ha buscado atraer a más países a favor del Tratado y apoya el objetivo de que se logre un acuerdo final en la IGC4 en 2022, luego de que las negociaciones se pospusieran cerca dos años debido a la pandemia.
Denunció que los países han recibido presiones de industrias que quieren seguir explotando los océanos.
«Por ello, se requiere construir un mayor consenso entre naciones en torno a la creación de más áreas marinas protegidas (AMPs) y al establecimiento de mecanismos más robustos para su vigilancia y protección», precisó.
Greenpeace señaló que hasta ahora, México y otros países latinoamericanos se han enfocado en que el Tratado otorgue más recursos para desarrollo de capacidades, transferencia de tecnología y uso de recursos genéticos marinos en lugar de promover la creación de más áreas marinas protegidas (AMPs).
Sin embargo, pidieron que México respalde la postura en torno a un Tratado que otorgue autoridad a una Conferencia de las Partes (CoP) para poder gestionar la conservación, con un plan de manejo y medidas concretas, pues hasta ahora el país solo ha abogado por mantener el papel de los organismos ya existentes en la protección oceánica.