Bruselas, 28 de septiembre de 2021 (EFE) – La Comisión Europea (CE), junto con las autoridades de protección de consumidores de la Unión Europea (UE), instó este martes a la empresa de automóviles Volkswagen a que compense “a todos los consumidores de la UE, también a los que residen fuera de Alemania” por la manipulación de los motores diésel y el engaño a los compradores en el conocido como caso “dieselgate”.
En una declaración emitida conjuntamente, el Ejecutivo comunitario y las autoridades europeas de consumo consideraron que las prácticas comerciales de Volkswagen infringieron la legislación comunitaria de protección de los consumidores por la comercialización de vehículos equipados con “sistemas ilegales”.
Asimismo, señalaron que esta acción llevada a cabo por la compañía alemana fue “un claro ejemplo de práctica engañosa prohibida en la UE”.
El fabricante de automóviles solo aceptó compensar a los clientes que residían en Alemania e informó a la Comisión y a las autoridades de consumidores de que el pago al resto de consumidores europeos “no estaba justificado”, ya que los coches afectados supuestamente habían sido modificados para «cumplir los requisitos legales”, señaló la CE en nota de prensa.
“La posición de la empresa no ha cambiado a pesar de las recientes decisiones de los tribunales nacionales y de la UE, por lo que la Comisión y las autoridades de consumo de la UE están aumentando la presión”, agregó.
El comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, afeó a Volkswagen que, pese a las sentencias judiciales que “han puesto al descubierto el trato injusto” a los consumidores, el grupo automovilístico “no esté dispuesto a colaborar con las organizaciones de consumidores para encontrar soluciones adecuadas para ellos”. Y recordó que en una carta remitida el pasado año a la empresa ya señaló que todos los usuarios europeos debían ser indemnizados.
El escándalo se remonta a septiembre de 2015, cuando se descubrió en Estados Unidos que el Grupo Volkswagen montó en los motores diésel de la familia EA 189 un programa que alteraba a la baja las emisiones contaminantes del vehículo cuando éste detectaba que estaba siendo sometido a una inspección en los rodillos de un laboratorio.