San Juan, 28 jul (EFE News) – El presidente de la Cámara de Representantes, Rafael Hernández, aseguró este miércoles que en coordinación con el Departamento de Salud, más del 80% de los empleados de dicho cuerpo y de la Superintendencia del Capitolio se han vacunado contra la covid-19.
«Además, desde la declaración de emergencia, ambas instituciones, con mucha disciplina, han mantenido la utilización de mascarillas en sus facilidades en todo momento», afirmó Hernández en un comunicado de prensa.
«No obstante, este cuerpo insta vacunarse a todos aquellos que todavía no estén vacunados, y estamos en la mejor disposición de realizar un cuarto evento de vacunación, teniendo siempre en cuenta que no se pueden menoscabar los derechos individuales de los empleados y representantes», agregó.
Las expresiones de Hernández surgen después de que el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, anunciara hoy que firmó la Orden Ejecutiva 2021-058, que pide que a partir del 16 de agosto próximo las agencias del Gobierno requieran a todos sus empleados que trabajen de forma presencial estar vacunados contra el virus.
La nueva orden fue emitida ante el alza de contagios registrada en los últimos días en la isla, atribuida a la variante delta de la covid-19, explicó Pierluisi en rueda de prensa.
Indicó que todo funcionario debe estar debidamente vacunado con al menos la primera dosis para el 16 de agosto y haber completado el ciclo en o antes del 30 de septiembre.
Según Pierluisi, 27,000 de 90,000 empleados públicos en 65 agencias públicas no se han vacunado.
No obstante, estarán exentos de la obligación de estar inoculados los empleados cuyo sistema inmune esté comprometido, que son alérgicos a las vacunas o tienen alguna otra contraindicación médica que impida la inoculación. Esto deberá ser certificado por un médico autorizado a ejercer su práctica en Puerto Rico.
Además, el médico deberá certificar la duración de la contraindicación médica. Una vez que la contraindicación cese, la persona deberá cumplir con el requisito de vacunación.
Por otro lado, se permite, a manera de excepción, el no inocularse por motivos religiosos siempre y cuando la vacuna vaya en contra de los dogmas de la religión del empleado.
Para cumplir con esta excepción, el empleado deberá presentar una declaración jurada junto al ministro de la religión o secta que certifique bajo juramento y sujeto a perjurio que por causa de sus creencias religiosas no podrá ser inoculado contra la covid-19.