Endocrinólogos advierten que el hipotiroidismo y otras condiciones del tiroides afectan a todas las edades y pueden pasar desapercibidas
SAN JUAN, Puerto Rico – La Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología (SPED) ha hecho un llamado urgente a la población sobre la importancia del diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado de las enfermedades tiroideas, condiciones que afectan aproximadamente al 20% de los puertorriqueños. Durante una actividad de concienciación, expertos en endocrinología coincidieron en que la mayoría de los casos de hipotiroidismo e hipertiroidismo tienen un origen autoinmune y que su detección oportuna es clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
“La principal causa de las enfermedades del tiroides es el propio sistema inmune de los pacientes, lo que hace necesario un monitoreo cuidadoso para detectar no solo el hipotiroidismo o el hipertiroidismo, sino también otras condiciones autoinmunes asociadas como la diabetes tipo 1, el lupus, la enfermedad celíaca o el vitíligo”, explicó el Dr. José García Mateo, presidente de la SPED.
Según el especialista, en Puerto Rico, la tiroiditis de Hashimoto y la enfermedad de Graves son las causas más comunes de hipotiroidismo e hipertiroidismo, respectivamente. “Un diagnóstico y tratamiento temprano tienen efectos positivos en la calidad de vida de los pacientes”, enfatizó García Mateo.
Una especialista que también es paciente: el testimonio de la Dra. Marielly Sierra
El impacto del hipotiroidismo no es solo un tema clínico para la Dra. Marielly Sierra, endocrinóloga y presidenta del Comité de Reglamento de SPED. Como profesional médico y paciente, conoce de primera mano los retos de vivir con la enfermedad y la importancia de seguir un tratamiento adecuado.
Su diagnóstico llegó hace una década, durante su residencia médica, una etapa exigente en la que el cansancio extremo y la dificultad para concentrarse parecían ser consecuencias normales del agotador ritmo de trabajo. Sin embargo, cuando su rendimiento intelectual comenzó a verse afectado, supo que algo no estaba bien.
“Mis síntomas eran inespecíficos, y en ese momento pensé que era solo agotamiento. Pero me di cuenta de que mi capacidad de concentración y retención de información no era la misma. A pesar de todo mi esfuerzo, algo no estaba funcionando bien”, relató Sierra.
Al conocer su historial familiar de hipotiroidismo, decidió someterse a pruebas médicas, las cuales confirmaron que padecía la enfermedad de Hashimoto, un trastorno autoinmune que ataca la glándula tiroides. Desde entonces, sigue un tratamiento con hormona tiroidea sintética que le ha permitido recuperar su calidad de vida.
“Hoy puedo decir con certeza que el hipotiroidismo no ha sido un obstáculo para mi vida ni para mi profesión. Con el tratamiento adecuado, es completamente posible llevar una vida normal y saludable”, afirmó.
Enfermedades tiroideas en todas las etapas de la vida
Uno de los puntos clave de la actividad fue la necesidad de reconocer que los trastornos tiroideos pueden presentarse en cualquier etapa de la vida, desde la infancia hasta la vejez. La Dra. Leticia Hernández, endocrinóloga y pasada presidenta de la SPED, destacó que en muchas ocasiones los síntomas en niños y adolescentes pueden confundirse con cambios hormonales propios de la edad.
“En la adolescencia hay una serie de manifestaciones emocionales que pueden estar relacionadas con problemas de tiroides y no solo con el proceso normal del desarrollo. Es importante considerar el historial familiar y hacer evaluaciones médicas cuando haya sospechas”, explicó la especialista.
En el caso de los adultos mayores, la Dra. Hernández señaló que muchas veces los síntomas del hipotiroidismo, como la fatiga, la depresión y la pérdida de memoria, son erróneamente atribuidos al envejecimiento. “No todo deterioro cognitivo es parte del proceso natural de envejecer. Muchas veces se trata de una enfermedad tiroidea no diagnosticada que podría estar afectando la calidad de vida de los pacientes”, advirtió.
Diagnóstico y tratamiento: la clave para una vida saludable
El hipotiroidismo se trata con levotiroxina, una formulación oral de hormona tiroidea sintética que la mayoría de los pacientes necesitarán de por vida. Por otro lado, el hipertiroidismo puede requerir medicamentos para reducir la producción de la hormona tiroidea, terapia con yodo radiactivo o, en algunos casos, la remoción quirúrgica de la glándula.
La Dra. Melba Feliciano, endocrinóloga y presidenta electa de SPED, resaltó la importancia de que los pacientes sigan las recomendaciones médicas y no modifiquen su tratamiento sin supervisión.
“Es fundamental que haya adherencia a la terapia efectiva y que cualquier cambio en la medicación sea dirigido por un especialista”, indicó. También enfatizó la necesidad de que los médicos se mantengan actualizados sobre las metas de tratamiento, especialmente en poblaciones de alto riesgo como los pacientes con diabetes tipo 1, quienes tienen una alta prevalencia de trastornos tiroideos.
Evitar la desinformación y el sobretratamiento
Otro aspecto abordado en la jornada fue el peligro de la desinformación y el sobretratamiento. La SPED advirtió sobre el uso innecesario de suplementos hormonales tiroideos, especialmente en poblaciones vulnerables como adultos mayores y pacientes con enfermedades cardiovasculares u osteoporosis.
“El sobretratamiento puede provocar efectos adversos en la salud ósea y cardiovascular, además de causar síntomas como ansiedad e irritabilidad. Es esencial que los ajustes en la medicación sean hechos por un médico endocrinólogo y que los pacientes eviten automedicarse”, advirtió la Dra. Feliciano.
En el marco del Mes Nacional sobre las Enfermedades del Tiroides, la SPED, junto con el Departamento de Salud de Puerto Rico, llevará a cabo diversas actividades educativas para concienciar sobre la importancia de la detección temprana y el manejo adecuado de estas condiciones.
“Las enfermedades del tiroides son comunes, pero tratables. La educación, el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado son claves para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, concluyó el Dr. García Mateo.